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Toques que llaman a la Humanidad

Alzira celebra su última XXVI Tamborada local antes de que la Unesco decida si la declara Patrimonio Cultural Inmaterial - Participaron cerca de 500 aficionados, mayoritariamente de bandas locales, durante más de 15 horas casi sin descanso

Toques que llaman a la Humanidad

Alzira despertó ayer a ritmo de tambor y bombo. La Semana Santa regresó por un día a las calles de la capital de la Ribera Alta con motivo de la XXVI Tamborada local. La pasión de los cerca de 500 aficionados que tocaron durante más de quince horas sin descanso sirvió como llamamiento a la Unesco. Un reto al que se enfrenta la Junta de Hermandades y Cofradías encabezada por Vicent Fábregues con el objetivo de lograr la declaración de este certamen como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Desde que en 1992 se reunieran en la plaza Mayor por primera vez las bandas vinculadas a la Semana Santa como un acto complementario del pregón, las Jornadas de Exaltación del Tambor y del Bombo no han dejado de celebrarse. Este año contaba con la participación de quince grupos diferentes, mayoritariamente cofradías de Alzira, pero también de Carcaixent, entre otras localidades. Tras concentrarse en el Monumento al Tambor ubicado en la avenida Luis Suñer, las bandas iniciaron un desfile hasta la plaza del Carbó. A las 12,30 horas se llevó a cabo el concurso de solos de tambor, en el que se impuso Samuel García, de la cofradía de Jesús Nazareno. Por la tarde, los participantes realizaron una exhibición y a las 20,30 se celebró el concurso de bandas de tambores y bombos. A las 23,30 horas estaba previsto el pasacalle por poblaciones y cerró la noche el toque del silencio y la «rompida de la hora» con el toque conjunto hasta la madrugada.

Aspiraciones históricas

La Hermandad de Caballeros de Cristo Crucificado en la Agonía fue la primera en formar una banda de tambores en 1955 en Alzira. Su iniciativa fue rápidamente imitada por el resto de cofradías, que hoy disponen de agrupaciones de tambores propias para acompañar sus pasos procesionales en todos los actos. A raiz de ese crecimiento, llegó la tamborada local, que ayer celebró su XXVI aniversario después de haber sido declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 2012 y estar integrada en la candidatura conjunta con el resto de municipios de toda España que conforman el Consorcio Nacional de los Pueblos del Tambor y el Bombo.

Destaca que la ciudad ribereña es la única de la provincia de València que opta a este reconocimiento. Ayer, centenares de vecinos y vecinas no quisieron perderse la celebración y comprobaron el gran nivel de las bandas participantes. De la Unesco depende ahora que el ruido del tambor y del bombo lleguen a todas partes del mundo con su declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial.

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