La sentencia contra la denominada «Manada» sacó a miles de personas a la calle, también en la Ribera. En múltiples localidades se organizaron marchas y concentraciones para protestar contra una resolución judicial que muchos y muchas consideran injusta, al no considerar el tribunal que hubiese violación y condenó a los cinco agresores a sólo nueve años de prisión. Localidades como Benifaió, Sueca, Almussafes, Cullera, El Perelló, Alzira o Beneixida, por situar algunos ejemplos, organizaron concentraciones donde se leyeron manifiestos. La mayoría de las manifestaciones tomaron forma a lo largo del día a través de las redes sociales, de forma espontánea y por parte de la ciudadanía, como también sucedió en la ciudad de València, donde salieron a las calles miles de personas y ocuparon durante más de dos horas viales de todo el centro histórico.

También se movilizaron asociaciones y sindicatos. Por ejemplo CCOO consideró que el sistema judicial «tiene que garantizar la protección de las mujeres ante las agresiones sexuales. Hay que revisar el Código Penal para que los delitos sexuales estén claramente tipificados y no sean susceptibles de interpretaciones, no pueden haber sentencias que juzguen los comportamientos y las reacciones de las víctimas de las violaciones y no la conducta de los agresores. Esta sentencia desprotege a las mujeres, desacredita su testimonio y manda un mensaje de impunidad a los agresores, justificando los hechos y culpabilizando a las mujeres». Para CCOO esta condena «es un insulto a la dignidad, la igualdad y libertad de las mujeres y supone una humillación para las mujeres». Por su parte, la Associació de Juristes Dones d'Alzira adujo que las interpretaciones que ha hecho el tribunal para diferenciar la agresión sexual del abuso sexual «todavía son posibles porque partimos de conceptos o estereotipos que venimos arrastrando del patriarcado que vivimos y que, lo que es más grave, se reproducen en el sistema judicial: entender la violencia como una agresión física y no considerar que imponer la sexualidad es ya violencia sexual». El colectivo mostró su decepción por la sentencia pero dijo que, afortunadamente, la sociedad está cambiando.