La ausencia de agua corriente condiciona la forma de vida en la Font de l'Almaguer. «Es incómodo, es verdad, porque cada vez que viene llenas el maltero del coche de garrafas de agua», expone Vicente Chiral, mientras relata entre otros inconvientes el no poder utilizar una lavadora ni un lavavajillas. El presidente de la asociación admite que, debido a esta falta de agua, durante el año acude poco a esta casa y limita las estancias al verano. «El día que tangamos el agua será otra cosa», señala.