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Turís homenajea en Mauthausen a Vicente Vidrier, asesinado por los nazis

Un grupo de estudiantes seleccionados por sus trabajos de investigación viajan a Austria para recordar a su vecino, exterminado en 1942 El instituto desarrolla un programa contra el genocidio

Los estudiantes junto a los representantes locales y maestros. l-emv

Vicente Vidrier Giménez fue asesinado en los campos de exterminio nazis después de luchar contra el franquismo en territorio español y contra el régimen de Hitler en Francia. Nacido en la Ribera, fue uno de los muchos republicanos olvidados por el mundo. Entró en Mauthausen en 1941 y falleció a principios de 1942 en el campo colindante de Gusen. Era de Turís. Desde hace unos años un grupo de profesores del instituto situado en la localidad está desarrollando un programa educativo centrado en la barbarie nazi, que causó millones de muertes en Europa y llegó a afectar a cerca de cuarenta vecinos de la Ribera, de localidades como Alzira, Carcaixent, Sueca, Cullera, Tous, Algemesí o Almussafes.

El alcalde de Turís, Eugenio Fortaña, y la Concejal de Cultura y Educación, Isabel Guaita, recibieron ayer en el salón de plenos del ayuntamiento al grupo de estudiantes y profesorado que durante este fin de semana visita el campo de concentración de Mauthausen. Vicente Darder y Joaquín Alcaina son los profesores que acompañan a Pepe Iranzo, Miguel Lozano, María Martínez, Claudia Doménech y Antonio Vicent. La selección de estos alumnos se realizó en base a sus trabajos de investigación sobre Vicente Vidrier, que resultaron seleccionados de entre todos los presentados para participar en dicha expedición.

Fortaña e Guaita entregaron el director del IES, Carles Celma, una placa conmemorativa que se depositará en el recinto donde figura el nombre de Vicente Vidrier y estará acompañada por tierra de Turís y hojas de vid, algarrobo, olivo y naranjo, «algo simbólico del pueblo natal de Vicent», según explicó el profesor Vicente Darder.

Sin embargo, alumnos y profesores se llevaron algo más que ofrendas físicas ya que Darder presentó sendos testimonios sonoros de la nieta y la hija de Vidrier. La nieta, Lourdes Vidrier, aseguró sentirse «feliz y orgullosa al comprobar que el pueblo natal de mi abuelo nunca ha olvidado a mi familia y que gente joven de la mano del profesorado sigue luchando para que estos desastres no se vuelvan a producir. Me llena el alma que el pueblo de Turís no haya olvidado a mi abuelo. Muchas gracias pueblo, alumnado, profesores y concejales de Turís, por conservar nuestra historia».

Vidrier, nacido el viernes 23 de noviembre de 1900 en Turís, participó con apenas veinte años en la campaña de Marruecos, con España intentando mantener sus posesiones territoriales en África. Fue soldado de la compañía expedicionaria de la cuarta comandancia de intendencia, destacado en el Rincón Medik, en Tetuán. Quedó pronto viudo de su primera mujer y se desplazó a Barcelona.

Una vida de lucha

En tierras catalanas, Vidrier compartió su vida con Teodora Casao Ruiz, con la que tuvo dos hijos, Carmen y Vicente. En los años anteriores al estallido de la Guerra Civil, el turisano trabajaba en las oficinas que la agencia tranviaria de Barcelona tenía en la Plaça Catalunya y participó activamente en la política a través del sindicato de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Cuando la ocupación franquista triunfó, Vidrier comenzó el exilio. En Francia colaboró en el maquis, con incursiones en territorio español para intentar desestabilizar el régimen dictatorial recién establecido.

Vidrier estuvo recluido en el stalag XII-D Trier de Francia, en el que tenía el número de prisionero 880. Permaneció allí hasta el 3 de abril de 1941, momento en el cual fue subido a un camión junto a otros cientos de españoles y conducido (hacinado en un tren sin condiciones humanitarias) hasta Mauthausen. Fue asesinado poco después en el campo colindante de Gusen.

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