El colectivo La Ribera en Bici-Ecologistes en Acció cuestionó ayer el cortafuegos de 5,27 kilómetros en la Casella que contempla el plan de prevención de incendios del paraje. Éste plantea rebajar un 50 % la vegetación para crear una franja de diez metros a cada lado de la pista forestal, un camino ya existente que se aprovechará como punto de partida.Cabe recordar que el ayuntamiento ya abogó por reducir el impacto de esta infraestructura, como ya adelantó Levante-EMV.

«Un cortafuegos de esas dimensiones tendría un impacto paisajístico y medioambiental muy grande por la eliminación de tanta vegetación. Resulta contradictorio que para proteger la masa forestal haga falta destruir tanta vegetación y estamos seguros de que buena parte de la población tampoco lo entenderá», alega la agrupación.

Los ecologistas proponen varias medidas para ayudar en la lucha contra incendios. Por un lado, apuntan a la instalación de balsas o puntos de agua en zonas estratégicas. También plantean que la prohibición de quema de rastrojos a los agricultores próximos a las montañas debería acompañarse de un servicio de trituración gratuito.

Regular las visitas

Entre las posibilidades que barajaron los ecologistas también se encuentra el uso de la ganadería alrededor de los caminos y las pistas con el objetivo de reducir la masa leñosa. De igual manera, apuntan que se regule la entrada de la finca forestal de la Casella al igual que se hace en la Murta, «con personal que informe y conciencie a los visitantes y evitando las acumulaciones», añaden.

Otro de los elementos destacados de la propuesta de La Ribera en Bici-Ecologistes en Acció es la retirada «definitiva» de los ciervos que viven en un recinto en el paraje, ya que consideran que «no están bien» en este lugar, «cuesta mucho mantenerlos y atraen demasiadas visitanas a una zona tan sensible». Entre sus reclamaciones también se encuentra al cierre de la entrada a la finca por la noche y la introducción de algún tipo de vigilancia, así como el restablecimiento de yn observatorio fijo en un lugar estratégico.

«Queremos que se prevengan y controlen rápidamente los incendios, pero minimizando las actuaciones impactantes sobre nuestras montañas y explorando las alternativas más ecológicas y posiblemente más efectivas. Algunas de las medidas que proponemos no nos gustan demasiado, pero son un mal menor cuando hay alto riesgo de incendios», sentencian.