Organizar una boda entraña realizar un importante desembolso. Los vestidos, el banquete, el reportaje fotográfico o los detalles para los invitados son algunos pasos prácticamente «obligados» de cumplir. Todo para convertir el día en una fecha inolvidable siguiendo las normas sociales establecidas. Pero en Alberic, Rafa Caraset e Inma Sanchis, dos vecinos de la localidad, decidieron saltárselas por una buena causa. La pareja renunció a comprar los típicos regalos de recuerdo y al decorado, como puedan ser los puros, abanicos, bombones, botellas de vino o un «photocall», para destinar esa cuantía a Minusal, la asociación de discapacitados de la localidad. Una iniciativa benéfica con un significado muy especial.

«Lo teníamos claro desde el primer momento. Hemos hecho lo que nos apetecía hacer. Hoy en día gastamos el dinero en cosas innecesarias. Ellos lo necesitan más que nosotros. Llevaba varios años ayudándolos y creíamos que era un buen momento para dar este paso. Queríamos que los amigos y familiares recordasen el día que se formalizó nuestro matrimonio por lo bien que lo pasaron, más que por el presente que les pudiéramos dar», explicó Rafa Caraset.

Los beneficiarios recibieron encantados el gesto de Caraset y Sanchis. «Un mes antes de la boda nos reunimos con el presidente de Minusal y cuando se lo comentamos estaban muy agradecidos. Hubo familiares que se emocionaron y se pusieron a llorar. Los niños se quedaron sin palabras. Al final, no es más que un detalle solidario», aseguró el profesor de baile y actual gerente del gimnasio de Alberic.

Y en cuanto a la reacción de los invitados, la pareja asegura que la gran mayoría recibió la noticia con gran sorpresa. De hecho, editaron un marcapáginas en el que explicaron a los asistentes al enlace su decisión. «Hemos hecho caso a nuestro corazón y queremos compartir nuestra felicidad con otros, porque el amor, cuando se comparte, crece y puede cambiar vidas. Por esto, los padrinos y Rafa e Inma, hemos decidido donar a la asociación Minusal de Alberic todo lo ahorrado en los detalles de recuerdo de nuestra boda, haciéndote partícipe tanto en este día único como en el de los niños de Minusal», recogía la nota.

Cadena solidaria

Ahora, animan a cualquier pareja que esté preparando su ceremonia a seguir su ejemplo. Quieren expandir este gesto altruista y de generosidad entre la gente, como si se tratase de una cadena solidaria. «Por el momento, unos compañeros que vinieron a nuestra boda y se casan en agosto nos han comentado que tienen la idea de hacer lo mismo. Nosotros aprovechamos el día de nuestra alianza para apagar la luz de la sala y proyectar un vídeo con imágenes de la agrupación de discapacitados de Alberic, en el que se explicaba qué era y qué tipo de actividades realizan cada año. Todavía se me eriza la piel de pensarlo. Estos últimos meses me han servido para darme cuenta de lo importante que es el valorar lo que forma parte de nuestro día a día», sentenció.