El mundo de la pilota quiso rendir un emotivo homenaje a uno de sus pilotaris más longevos y exitosos, el Moro de Alcàntera de Xúquer. Las gradas de la calle artificial de Quatretonda se llenaron para arropar a un pilotari ribereño que a sus cuarenta y siete años se ha ganado el corazón del mundo del deporte autóctono de los valencianos, con un carisma que siempre le llevó a conquistar a su público.
El homenaje empezó a primera hora de la mañana con varias partidas de los más jóvenes. Tras una comida de hermandad, por la tarde se organizó un encuentro entre el mismo Moro, Pau Gallego y Batiste, que jugaron contra Armando, Alberto y Juan. El deportista alcantarero se rodeó de amigos y pilotaris que le acompañaron (y le acompañan) durante su carrera y su posterior función como entrenador. Se llevó la victoria el equipo de Moro por un ajustado 30-25. Cerró la tarde, en la que el ribereño recibió una placa conmemorativa, la partida entre Mario y Ricardet II contra Momblanch y Roberto, que ganaron los primeros por 30-10.
José Francisco García Boscà nació en Alcàntera de Xúquer el 14 de julio de 1970. En el mundo de la pilota siempre ha sido conocido como «Moro», desarrollando una importante carrera que le llevó a lo más alto del palmarés. El Moro llegó a ser campeón de la Lliga Professional en 1994, 1996, 1999 y 2005 y subcampeón en 2013 y 2016. Además también llegó a la final del Individual de Raspall en el año 2000 y fue también segundo del Gregori Mayans de Oliva en 2011. Como aficionado (en los numerosos campeonatos que se organizan y que cuentan también con un nivel superlativo) logró ser campeón autonómico de calle en 2008, 2009, 2010 y 2011 y subcampeón en 2008 y 2009 en trinquet. Sí se colgó el oro en el trinquet en 2010.
A sus cuarenta y siete años sigue estando de alguna forma activo y es uno de los entrenadores (junto a Pau Gallego, de Gavarda) de uno de los clubes más potentes del territorio valenciano, el Alcàntera de Xúquer-Càrcer, con una cantera que no deja de sumar títulos autonómicos en todas las categorías.
