Cirilo Arnandis, considerado el padre de la revolución del caqui, denunció ayer en la Asamblea General de Cooperatives Agro-Alimentàries de la Comunitat Valenciana, entidad que preside, el «maltrato» que sufren los agricultores en el proceso de venta de sus cosechas y reclamó soluciones a los dirigentes políticos para poder asegurar unos beneficios mínimos que avalen el futuro del sector agrícola. «Los productores reciben únicamente el 21 % del valor añadido en la cadena, mientras que la industria recibe un 28 % y la distribución el 51 % restante», lamentando además, que ese porcentaje se ha reducido en 10 puntos desde el año 1995. Asimismo, el presidente de federación recordó que esto incide directamente en la rentabilidad de las explotaciones, y condiciona el relevo generacional, necesario para garantizar la continuidad de la actividad.

El acto, celebrado ayer en l'Alcúdia, contó con la presencia de alrededor de 160 personas en representación de 90 cooperativas asociadas, y sirvió para exponer el informe socioeconómico del 2016. Entre los datos más relevantes que se presentaron destaca que a finales del mencionado año existía en la Comunitat Valenciana un total de 374 cooperativas, lo que supone el 11 % del total nacional y que se dividen en 351 de primer grado y 23 de segundo, con una masa social de 193.948 personas y que mantenían un total de 19.762 empleos directos. Además, su facturación agregada ascendió a los 2.099 millones de euros, de los cuales 1.314 pertenecen al valor final de la producción comercializada, que se calcula detrayendo duplicidades y actividades de suministros de la cifra agregada.

En materia de exportaciones, llegaron a más de 70 países, alcanzando un valor de 885 millones de euros que se concentró principalmente en la Unión Europea (77 %) y, más concretamente, en la zona Euro (61 %). Por países, los principales destinos de exportación fueron el primero Alemania (21 %), el segundo Francia (20 %), el tercero Italia (8 %) y el cuarto Reino Unido (7 %).

Mirada puesta en la PAC

Tras la asamblea, se organizó una jornada en la que se contó con las intervenciones de Agustín Herrero, director general de Cooperativas Agroalimentarias de España y de Paulo Gouveia, director del COPA-COGECA. Herrero habló a los asistentes sobre el Código de Buenas Prácticas en la contratación alimentaria, mientras que Gouveia abordó el tema de la PAC post 2020. Una cuestión en la que aseguró que con una financiación adecuada garantizará un sector agrícola fuerte, económicamente viable y competitivo en beneficio tanto de los consumidores como de los agricultores.

En la clausura intervino Andreu Salom, alcalde de l'Alcúdia, y Ximo Puig, presidente de la Generalitat, que destacó que para el Consell «es fundamental la apuesta por el mundo cooperativo en general y por el agrario en particular» y afirmó que «para superar la gran crisis de la despoblación en el medio rural, el mejor antídoto es que haya cooperativas que permitan tener mayores puestos de trabajo y mejores rentas para los agricultores, que acrediten el futuro del sector».