El gobierno alcireño destacó ayer que, pese a estar inacabado, el canal de Les Basses contribuyó a proteger esta barriada de la tromba de agua que en la madrugada del domingo descargó 66,2 litros por metro cuadrado en Alzira, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El alcalde de Alzira, Diego Gómez, defendió que el tramo ya excavado se había convertido en una «balsa de recepción de aguas» -todavía no se ha abierto la conexión con el barranco de la Casella que le permita desaguar- y no dudó en augurar que esta experiencia había permitido demostrar que, con una alta probabilidad, dijo, «el canal será una obra importante para salvaguardar la seguridad de Alzira y del barrio de Les Basses».
La tormenta, no obstante, también puso en evidencia los problemas derivados de escorrentías que siguen pendientes de solución. La ausencia de una desembocadura definida en el barranco de la Murta volvió a cortar la carretera de Albalat (CV-505) durante un par de horas, según explicó Gómez, que dijo haber transmitido este problema tanto a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), responsable del barranco, como a la Diputación de València, titular de la carretera. «Es un tema pendiente de solventar», indicó el alcalde, mientras comentaba que no hay en estos momentos ninguna inversión prevista para «reconducir estas avenidas».
La solución a esta ausencia de desembocadura en el barranco de la Murta, que sufre un estrechamiento progresivo en su curso bajo hasta que tropieza con la carretera de Albalat, que lo corta en perpendicular, es una de las actuaciones previstas en el plan contra avenidas del Xúquer pendiente de ejecutar. En ese punto, el barranco desaparece y las aguas se canalizan tras realizar un giro de 90 º hacia el Barranc del Duc o del Rei, una escorrentía mucho más estrecha que las conduce hacia els Tolls de Polinyà que, al igual que la CV-505, sufre con frecuencia inundaciones. El plan contra avenidas contempla una ampliación del Barranc del Duc para dar salida a las aguas procedentes del barranco de la Murta.
No es la única zona conflictiva desde el punto de vista hidráulico que sigue pendiente de solución en el término municipal de Alzira. Cabe recordar que el barranco de la Casella recibe las aguas del Barxeta en una peligrosa desembocadura ya que el cauce receptor corta en perpendicular el del afluente, con el riesgo de que el barranco que baje crecido impida desaguar al otro. El barranco de Barxeta sufre repetidos desboramientos a la altura de Carcaixent en caso de fuertes precipitaciones y el plan contra inundaciones del Xúquer contempla una conexión directa con el río antes de entrar en Alzira para facilitar su desagüe de forma que no bloquee el barranco de la Casella, que en caso de crecida tiene actualmente una incidencia directa en la inundación del barrio de les Basses.
La mejora en el desagüe del Camí de l´Arena realizada esta legislatura, que impide que el agua que procede de las montañas entre en el colector urbano, ha evitado que esta barriada se inundara en los últimos episodios de lluvias.
