El Ayuntamiento de Manuel ya cuenta con un Plan de Uso Público del Paraje de les Salines. Su voluntad de proteger el espacio medioambiental le llevó a la contratación de varios especialistas de la Universitat Politècnica de València, que durante varios meses han elaborado un documento que, sobre todo, marca las prohibiciones en el paraje. A primera vista sobresale la restricción que se aplicará para vehículos motorizados, así como también a las bicicletas. El consistorio había observado una proliferación preocupante de ciclistas de montaña, que accedían por zonas que se precisaba proteger por la existencia allí de especies florales de gran interés. Por ello, el nuevo plan limita el acceso ciclista a sólo dos rutas, que estarán señalizadas.
El plan de uso público es un documento de casi cien páginas en el que se establecen compromisos municipales, prohibiciones en el uso humano y recomendaciones futuras. Las restricciones se vinculan a las establecidas por la conselleria, con el objetivo, sobre todo, de «ordenar» el paraje y contar con un documento base que sirva para legislar. Hasta hace un par de años, por ejemplo, se permitía el acceso a los coches en las fiestas de Pascua a pesar de que estaba prohibido. El nuevo equipo de gobierno decidió restringir completamente la entrada para proteger especies como el «Limonium», un endemismo de la zona.
El proyecto de protección forma parte de la pretensión del ayuntamiento por dinamizar turísticamente la localidad a través de los parajes naturales. Recientemente finalizó la recuperación del «ullal» de agua salada que había permanecido oculto cerca de medio siglo por la actividad de los militares que ocuparon el terreno. Una ayuda de la Diputació de València de 40.000 euros ha permitido la recuperación.
Además, el consistorio que dirige Josep Antoni Pastor también cuenta con un proyecto a largo plazo por el que ha reclamado a la Confederación Hidrográfica del Júcar la cesión de parte del caudal de los pozos para su explotación medicinal a través de un balneario, que se construiría junto a un restaurante, albergue u hotel. Una iniciativa turística que paralizó la crisis económica hace años pero que nunca se ha olvidado.
