El colegio de la Ribera Alta en que se produjo la agresión que ha tenido a un alumno de once años quince días hospitalizado al sufrir una lesión en el riñón abrió un expediente por estos hechos que ha derivado en la expulsión durante tres días del otro estudiante, según la información facilitada por el centro al padre que, como ayer adelantó Levante-EMV, ha interpuesto una denuncia por lesiones en el cuartel de la Guardia Civil de Llombai.

«Me dijeron que han abierto un expediente y le han expulsado tres días, que no pueden hacer más porque no se puede privar a un menor de la educación, y yo les dije que me parece leve sólo tres días de expulsión cuando mi hijo ha estado veinte días fuera del colegio», comentó el padre. El director del colegio -este periódico omite intencionadamente el nombre del centro y la localidad para preservar la intimidad de los menores- evitó confirmar que se hubiera impuesto alguna medida disciplinaria.

«Son cosas que pasan, pero nunca te esperas que te pasen a ti. Cuando suceden te das cuenta de la gravedad», comentó el progenitor, mientras señalaba que ha decidido denunciar los hechos «por si sirve para que no vuelva a pasar algo así».

Asistencia médica

El incidente que acabó con el niño ingresado se produjo el lunes 14 de mayo, después de que los dos implicados tuvieran un encontronazo durante un partido de fútbol, según el relato del padre. La denuncia interpuesta el pasado lunes, una vez el niño había regresado a casa tras recibir la «segunda alta» -un problema en el catetér le obligó a pasar por quirófano por segunda vez tras recibir el alta el 29 de mayo- relata que, al finalizar la clase de gimnasia, y en el trayecto hacia otra clase, el otro chico apartó de la fila a su hijo «y comenzó a pegarle patadas mientras se encontraba en el suelo».

El director del colegio alertó al padre de lo sucedido y, en un primer momento, éste trasladó al niño al centro médico de la localidad, donde le indicaron que si en las horas siguientes sufría vómitos o fiebre lo llevara a un hospital ya que podía ser síntoma de alguna lesión interna que en ese momento no se podía apreciar. El niño empezó a encontrarse mal pocas horas después y los padres lo trasladaron en un primer momento al Hospital General de València y, acto seguido, a la Fe, donde los médicos detectaron un hematoma en el riñón izquierdo, por lo que quedó ingresado. El menor ya sólo ha regresado al colegio para hacer unos últimos exámenes.

El padre considera que, más que una pelea, había sido una «agresión» en la que «se cebó con mi hijo» y se mostró «defraudado» porque nadie del colegio se hubiera acercado al hospital a visitar al niño durante los quince días que, en la primera etapa, había permanecido ingresado. Por otra parte, sí dijo sentirse respaldado por otros padres de alumnos y también por el AMPA del colegio.

Con todo, algunos padres consultados que dijeron conocer al otro implicado indicaron que no se trata de un niño agresivo ni violento y comentaron no estar preocupados pese al revuelo que ha podido causar este incidente ya que no se trata de un colegio en el que hayan problemas. El director evitó pronunicarse y señaló que el centro aplica los protocolos previstos cuando sucede algo con normalidad.