La suelta de aguas del lago de l´Albufera al mar, a través de la Gola del Perelló, ha vuelto a ensuciar las playas del municipio tiñéndolas de un color marrón que contrasta con el azul marino. El vertido ha provocado la indignación generalizada de los residentes y visitantes del municipio, que también se quejan de los problemas de picores y sarpullidos que provoca el contacto con el agua. En los últimos años, es demasiado habitual contemplar ese penoso espectáculo. El arrastre del agua de la laguna por la canalización que llega al mar también transporta desechos que el oleaje acaba depositando en la arena. Esta situación, por reiterada, es una de las causas por las que Sueca renuncia a solicitar banderas azules para sus playas.

Los vecinos del Perelló, que suelen ser usuarios habituales de esa playa, y también los visitantes ocasionales que se acercan a la zona durante los fines de semana para aprovechar las temperaturas cálidas que anteceden al inminente verano, reprochan que, cuando se produce el vaciado de los arrozales, el agua arrastra no solo la suciedad que se acumula en el fondo de l´Albufera, sino también compresas, basura, preservativos, plásticos y otros desperdicios igualmente desagradables. La contaminación del agua marina provocada por el vertido, según aseguran, «causa sarpullidos, excemas y picores que resultan muy molestos».

Buena muestra de la irritación ciudadana es la utilización de las redes sociales para expresar su enojo, denunciar el caso y reclamar a las instituciones públicas medidas urgentes y una solución definitiva a este problema.