La Asociación Comarcal Prodiscapacitados Pro-Sub cambiará de nombre para adaptar la marca que ha utilizado durante sus 48 años de historia a una terminología inclusiva y exenta de cualquier connotación peyorativa en el lenguaje actual. La asamblea de socios ya ha dado luz verde a la modificación y, según explicó el vicepresidente de la entidad, Omar Valcárcel, se barajan media docena de alternativas a la espera de confirmar en el Registro de Asociaciones «cuales son aptas» para formalizar la nueva inscripción. Valcárcel dejó claro que la expresión «sub» desaparecerá del nuevo nombre al considerar que es una terminología «propia de otra época», si bien evitó desvelar las diferentes propuestas que se contemplan hasta confirmar en el registro el nombre definitivo, que no entre en colisión con ninguna otra marca ya existente.
«La propuesta de cambiar el nombre ya lleva tiempo, se ha madurado. Había gente que quería y había gente que no, pero se votó y salió aprobada con un 70 u 80 % de los votos», explicó el vicepresidente, una de las incorporaciones a la nueva directiva de Pro-Sub que encabeza Mª José Canet. Sobre los motivos que han impulsado el cambio, Valcárcel comentó que, en su caso, consideraba que la denominación histórica resulta actualmente «algo peyorativa».
Pro-Sub es una entidad asentada en Alzira, aunque de ámbito comarcal, que cuenta con alrededor de 450 socios y una larga trayectoria de trabajo en defensa de los derechos de las personas con discapacidad. Su constitución formal se remonta al mes de enero de 1970 y su actividad fue especialmente fructífera en aquellos primeros años dada la ausencia de recursos para atender a este colectivo. La breve historia de Pro-Sub que ofrece la web señala como algunos hitos de la entidad la creación ese mismo año de unidades de educación especial en las Escuelas Pías, mientras que, a mediados de la década de los setenta, promovió el centro educativo-asistencial El Salvador para la atención de discapacitados psíquicos severos de entre 2 y 18 años «hasta que en 1980 se construyó la residencia Carmen Picó, cedida en 1989 al entonces Convaser, actual Ivadis».
Por otra parte, en 1980 se creó el Centro Ocupacional La Murta para acoger a adultos no escolarizados, en especial los procedentes del centro El Salvador, hasta que la entidad apoyó la puesta en marcha del Centro Ocupacional la Ribera, que sigue en activo. Ese mismo año, Pro-Sub facilitaba los terrenos, que le había cedido la familia Suñer, para la construcción del colegio de Educación Especial Carmen Picó.
Actividades de tiempo libre
El año 1992 marcó un cambio sustancial, ya sin los mecenas que habían respaldado a la entidad, si bien con la ayuda de la Conselleria de Bienestar Social se inaugura el Llar d'Esplai, Club Bonestar, que abría los fines de semana para cubrir el tiempo libre de adultos con discapacidad psíquica a partir de 16 años. En 1997 se retoman los talleres con pequeños, niños a partir de 4 años, con programas de salud y habilidades sociales, mientras que en abril de 2003, con el respaldo de la conselleria y la Fundación Once, se inaugura la actual sede de la asociación, un espacio sin barreras arquitectónicas que ha permitido consolidar los programas y plantear nuevos retos como la creación del Centro de Atención Temprana Luis Suñer Sanchis.
