Pocos le conocen por Rubén Gil Vendrell, porque para todos es «El Primo». Su figura no se entiende sin la UE l'Alcúdia y casi sucede lo mismo al revés. Según la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana es el «Mejor delegado de Regional» y es que su buen humor, sus continuos gestos de cariño y su excelente relación con los futbolistas lo han convertido en un símbolo del club rojiblanco. Su relación deportiva comenzó hace más de diez años y hasta hoy, no ha habido día en que se haya separado del conjunto ribereño. Su vida ha crecido al ritmo de l'Alcúdia y con el tiempo, se ha convertido en el utillero más mediático de la comarca. «Empecé a venir al campo cuando jugaba mi sobrino. No me perdía ni los entrenamientos. Poco a poco, comenzó a fallar, pero sus compañeros me pedían que continuara yendo a verlos porque los animaba mucho. Al principio, me sentaba solo y cada vez que marcaban un gol me lo dedicaban. Me hacían mucho caso hasta que un día, Jaume Part, vicepresidente de la UE, me preguntó si quería echarles una mano. Desde entonces, aquí estoy y ahora yo soy el primo de todos», explicó Rubén Gil.

Su figura siempre trasciende a la labor del delegado al uso, convirtiéndose en referente para toda la escuela. Jamás ha aparecido en una alineación ni se ha puesto las botas para jugar un partido, pero representa más que cualquier futbolista que ha vestido la camiseta. Por sus manos, curtidas, han pasado centenares de equipajes, mochilas y material del balompié. Y dentro del vestuario es un confesor que ha visto y vivido más situaciones en un estadio que todo un equipo de veinteañeros juntos. Ahí es donde crece su respeto y se apoyan los argumentos de su palabra y es que cualquier jugador que ha pasado por l'Alcúdia tiene palabras de elogio para «El Primo». «Como persona yo siempre tendré mis fallos y mis defectos, pero cada día que me levanto intento hacer el bien para todos. Aquí he vivido momentos únicos que nunca olvidaré y todo es gracias a Jaume Part. Su llamada me cambió la vida. Que yo tenga la responsabilidad de coordinar todas las prendas y la llave para poder abrir todas las puertas de Els Arcs significa mucho para mí. Nunca tendré suficiente dinero para pagar todo lo que ha hecho», señaló.

Su primer papel fue el de delegado del Alevín y actualmente, no hay decisión de mantenimiento que no pase por él. Con su actitud ejemplar, el club ha conseguido encontrar el equilibrio. Su carácter servicial parece presagiar que nació rojiblanco y su incondicional apoyo a unos colores hacen ver que el vínculo durará hasta que pierda las fuerzas. «Mi reto es continuar muchos años más. De hecho, cuando en verano no hay fútbol, no sé hacia dónde ir. Es como si me faltase algo. Quiero seguir los pasos de Españeta y aguantar hasta que me jubile. Mi vida es estar aquí», explicó. Solo una duda, en un partido entre el Valencia CF y la UE l'Alcúdia, ¿quién quieres que gane? «No hay dudas», finalizó.