Representantes de las cuatro administraciones que han trabajado en las labores de recuperación del entorno del río Sellent estuvieron esta semana presentes en Càrcer en el acto de clausura oficial de un proyecto en el que se han invertido en total alrededor de 165.000 euros a lo largo de tres años. El proyecto de recuperación ambiental y social del río Sellent y su entorno en el municipio de Càrcer ya es una realidad. Con esta intervención, la localidad de la Ribera ha limpiado y acondicionado el río para evitar desbordamientos de agua a su paso por la población, y también ha habilitado un nuevo espacio verde recreativo junto al río con bosque de ribera y dos mesas de picnic. Se ha conseguido con todo ello minimizar los riesgos de las avenidas y también aumentar su valor ambiental y paisajístico, al suprimir especies foráneas y restaurar el ecosistema fluvial con especies autóctonas. Al acto asistieron Javier Ferrer, comisario de la Confederación Hidrográfica del Júcar; Toni Marzo, director general de Medio Natural de la Conselleria d'Agricultura, Medi Ambient, Canvi Climàtic i Desenvolupament Rural; Salvador Bru i Josep Tamarit, como representantes del área de medioambiente de la Diputación de València; Sales Tomás, directora de la Fundación Limne; el alcalde, Josep Botella, y otros representantes del Ayuntamiento de Càrcer. Además, también estuvieron los alumnos de varias clases del colegio público Pare Gumilla y del instituto de Càrcer, ya que ambos centros participaron en los trabajos de replantación en el cauce.

Una restauración "de libro"

Todas las administraciones alabaron la buena coordinación del proyecto, que ha corrido a cargo del ayuntamiento y de la Fundación Limne. Los resultados de la actuación y la metodología diseñada, de hecho, serán presentados próximamente ante otras Confederaciones Hidrográficas como un modelo a seguir, en el que confluyen diversas administraciones y entidades conservacionistas con un objetivo común. Y es que el río Sellent ha sido objeto de una profunda restauración ambiental desde que a finales de 2015 la Confederación Hidrográfica del Júcar iniciara los trabajos de retirada de la caña invasora Arundo donax que invadía ambos márgenes del cauce, en el marco del programa de conservación de cauces y de obras de emergencia. Tras esa primera actuación, el ayuntamiento puso en marcha un programa de restauración ambiental del río en colaboración con la Fundación Limne, entidad dedicada a la conservación de ríos y a la participación ciudadana. El mantenimiento y acondicionamiento de la zona incluyó la sustitución del cañar invasor por especies del bosque de ribera autóctonas en un espacio de 17.465 metros cuadrados. La revegetación se ha realizado con ejemplares de álamo blanco, adelfa, taray, lentisco, aladierno, arraclán, saladilla de Mansanet, lirios amarillos, juncos y eneas, estando, algunas de las especies, protegidas y/o en peligro de extinción. El consistorio, por otro lado, puso en marcha nuevos puestos de empleo ligados al río, dedicando varios jornales al mantenimiento del cauce. En los primeros trabajos conjuntos de administraciones, entidades y ciudadanos, los resultados no tardaron, con plantaciones con un alto porcentaje de supervivencia y un incremento de biodiversidad en el río.

"Los próximos pasos nos llevarán a la conservación del trabajo hecho y a las labores para hacer del río Sellent un Espacio Natural Protegido. Donde antes sólo había cañas y un peligro para la población, ahora hay diversidad y un espacio para el ocio ciudadano", arguyó el alcalde, Josep Botella.