«Nuestro objetivo es que se sientan personas. Que salgan a disfrutar y la gente los valore. Luchamos contra las barreras que les impiden desarrollar una vida normalizada». Con estas palabras explicó Carles Ferrer la labor de Tots Sumem, un grupo de Carcaixent destinado a promover la independencia, la autonomía personal y la igualdad de oportunidades entre los niños y niñas con diversidad funcional. La clave de su labor está en la fusión del ocio y el voluntariado. Dos ingredientes capaces de dar respuesta a sus motivaciones. «Tomamos la idea de un grupo de Xàtiva y está funcionando muy bien. Salen a bailar, hacen excursiones, van de cena, al karaoke o al cine. Realizan actividades propias de la edad con jóvenes que les facilitan las cosas. Por desgracia, hasta el momento no habían tenido esta oportunidad y la verdad es que cuando se reúnen, sus caras lo dicen todo. Además, los padres les dejamos libres y el estar en su círculo les hace sentirse importantes. Son gente maravillosa», señaló Ferrer, vicepresidente de la asociación.

Desde su fundación, ahora hace dos años, se han empeñado en ofrecer, proponer y aplicar un diseño y una práctica que acoja a cualquier ser humano, en pro de la equidad, la tolerancia y el respeto. «Queremos que la sociedad los vea como un grupo de gente que tiene limitaciones, pero que son normales. Buscamos que no haya ni discriminación positiva ni negativa. Nuestra intención es que no se sientan excluidos. Es impagable verles cómo disfrutan cuando se juntan», explicó Rafa Oltra, secretario de Tots Sumem.

Mirada abierta

Su capacidad se centra en fomentar su integración y evitar las miradas compasivas de aquellas personas que establecen una distinción. «Tendríamos que quitarnos la mentalidad de que siempre van a depender de otros. Hay que pensar que sí son capaces. Necesitan ayuda, pero para hacerles más fácil su día a día. Por suerte, nos han apoyado muchas agrupaciones y siempre nos han ofrecido participar en actividades como la Feria Modernista o el Ral·li, donde se lo pasan genial. Todavía queda mucho camino. Ojalá tuviéramos la mirada más amplia para perder los miedos y aceptar las cosas como son», sentenciaron.