Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han desmantelado en las inmediaciones del cementerio de Alzira una macroplantación de marihuana de casi 3,5 hanegadas -alrededor de 2.900 metros cuadrados con toda la superficie cubierta- con 6.750 plantas que generaban un fuerte olor que se podía percibir a varios kilómetros de distancia en función de la dirección del viento. La localización de este gran invernadero es fruto de una investigación iniciada el año pasado. La Policía Nacional ha practicado dos detenciones, de momento, aunque la operación continúa abierta. El juzgado ha decretado el ingreso en prisión de uno de los arrestados mientras que el segundo ha quedado en libertad con cargos con la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando sea requerido.

Una investigación abierta por una supuesta desaparición que asumió el grupo de homicidios al valorar el caso como inquietante dio las primeras pistas sobre la presencia de una macroplantación de marihuana oculta entre campos en una zona indeterminada del término de Alzira. La persona que estaba siendo buscada regresó unos meses después y, según ha podido saber Levante-EMV, reveló que se había marchado voluntariamente para evitar posibles represalias tras sustraer unas plantas de marihuana de un invernadero que valoró como inmenso, aunque sin llegar a concretar su localización.

La intervención del helicóptero y algunas quejas por el fuerte olor que desprendía la marihuana -fuentes consultadas señalaron que se trata de la mayor plantación requisada en la comarca y posiblemente en toda la provincia al menos en los últimos cinco años- permitieron localizar este gran invernadero en una zona de cultivos con numerosos caminos de difícil acceso y, acto seguido, se establecieron dispositivos de vigilancia y se pudo averiguar la identidad de cuatro personas como supuestos responsables de la plantación.

Persecución por los campos

Cuando agentes de la comisaría de Alzira se dirigían a la plantación en uno de los dispositivos organizados sorprendieron a uno de los sospechosos que, al parecer, estaba realizando labores de custodia. Éste, al percatarse de la presencia policial, emprendió la huida, siendo interceptado tras una breve persecución a pie por los campos y detenido como presunto autor de un delito contra la salud pública.

Los agentes accedieron al invernadero y localizaron en su interior unas 6.750 plantas de, marihuana que se encontraban distribuidas en tres fases de crecimiento diferente; 1.250 eran plantones de unos 40 centímetros, 2.000 se encontraban en fase de floración de unos 160 centímetros y 3.500 plantas de marihuana en fase final de floración de unos 180 centímetros, informe ayer la Jefatura Superior de Policía de la Comunitat Valenciana.

Los agentes de la Policía Nacional detuvieron en su domicilio a otro de los responsables del invernadero y averiguaron que, al parecer, el fin de esta producción a gran escala de marihuana era para su posterior venta en el extranjero. Fuentes policiales detallaron que las investigaciones continúan al objeto de detener a otros posibles implicados.