Cullera vivió el pasado fin de semana una Nit de sant Joan de récord. Miles de visitantes abarrotaron la playa. El dispositivo especial de limpieza recogió algo más de 19 toneladas de residuos, cinco más que en 2017, cifra récord en los últimos años.

Un equipo de 58 trabajadores se encargaron desde las cinco de la mañana de recorrer los 15 kilómetros de costa que tiene Cullera para que a primera hora del domingo todo estuviera en perfectas condiciones para recibir a los miles de bañistas que ayer también las playas en el primer domingo oficial del verano.

Pese a la mayor concentración de residuos, las labores finalizaron antes que en años anteriores. «Las medidas de agrupación de los asistentes a la Nit de Sant Joan en torno a determinadas playas funcionan porque permiten agilizar más la limpieza y evitamos daños al medio ambiente en las playas no urbanas», destacó ayer el edil de Playas, Salva Tortajada.

La mayor parte de los residuos se concentraron en la bahía, única área de la costa donde estaba permitido encender hogueras. La incidencia en el resto de arenales fue menor. El concejal de Limpieza Viaria, Hugo Font, también activó un servicio especial para limpiar el paseo marítimo y las calles adyacentes.

Sin incidentes destacables

La noche transcurrió dentro de los cauces de la normalidad en Cullera, a tenor de los datos facilitados por la Policía Local. No se consignaron actos de vandalismo y se notificaron cuatro comas etílicos, frente a los siete del año pasado. Los restaurantes del paseo marítimo estuvieron a tope el sábado. En algunos locales no pudieron atender a toda la clientela, explican fuentes de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cullera y la Ribera Baixa (AEHC). «Ha sido un buen preludio para el verano», vaticinó ayer J. Femenía.