La propuesta de colaboración del Bioparc para proteger la población de murciélagos que habita en la Cova de les Meravelles de Llombai se concretará en la sustitución del actual vallado de simple torsión por otro rígido electrosoldado, de dos metros de altura, mucho más resistente frente al acceso de personas y a los actos vandálicos.

Los técnicos del Servicio de Vida Silvestre de la Conselleria de Medio Ambiente han señalado que los trabajos de sustitución del vallado perimetral que actualmente protege la cueva deberán realizarse a partir del mes de agosto o septiembre, «cuando haya finalizado el período de cría de los murciélagos».

La presión humana que existe sobre la cueva, derivada de las entradas incontroladas de genteentradas incontroladas de gente pese a la protección que ya tiene esta cavidad localizada en el paraje de Els Cerros de Llombai, se presume como la causa principal de que la población de murciélagos en este santuario de quirópteros se encuentre en regresión, como ya informó Levante-EMV. Fuentes de la conselleria detallaron que el actual vallado, que permite el paso de los murciélagos y regula las visitas, se instaló en el año 2002 aunque ha sido forzado de forma repetida.

La Cova de les Meravelles cuenta con unas condiciones excelentes para la reproducción de los murciélagos debido a la elevada temperatura interior, si bien las innumerables visitas que recibe, como lo constata la abundante basura que ensucia su primera gran sala, genera una perturbación que ha provocado que las colonias de murciélagos se retiren hacia lugares más escondidos y seguros, aunque probablemente con peores condiciones.

Los estudios de la población de murciélagos en esta cavidad reflejan altibajos, aunque con una tendencia regresiva ya que, por un lado, ya desaparecieron de la misma los murciélagos ratoneros grandes, mientras que se observa una disminución mantenida de los quirópteros mediterráneos de herradura y de los ratoneros pequeños. Por otra parte, los técnicos del Servicio de Vida Silvestre alertan una reducción drástica de la población de murciélagos de cueva.

Esta cavidad de Llombai ubicada en un paraje que también se ha visto afectado por varios incendios, tiene un valor fundamental para salvaguardar o recuperar las poblaciones de quirópteros en esta área ya que el número de refugios ocupados por quirópteros cavernícolas en la mitad norte de la Ribera Alta es escaso.

La iniciativa del Bioparc responde a un intento de colaborar en la conservación de especies amenazadas de murciélagos. En el caso de la cueva de Llombai, también está presente el ratonero patudo, una especie en peligro de extinción. Fuentes del Bioparc destacaron que esta cueva es una de las ocho conocidas en la Comunitat Valenciana más importantes para este especie.

Cabe señalar que el director de Operaciones de Bioparc, Aurelio Paradís, ya visitó en mayo la cueva para valorar los trabajos y mantuvo un encuentro con el concejal de Medio Ambiente, Josep Enric Forés, y técnicos de la conselleria.