El Hospital de la Ribera cerró ayer la barrera del aparcamiento principal. Los usuarios que desde que se produjo la reversión tenían libre acceso para entrar con sus vehículos y, con suerte a partir de determinadas horas, incluso podían estacionar, se encontraron ayer con un valla que informaba de que este parquing ha quedado reservado para los trabajadores del centro sanitario y unos guardias de seguridad que abrían el paso sólo a aquellos que mostraban la tarjeta identificativa expedida por el hospital.

Las 646 plazas de aparcamiento que gestionaba Ribera Salud -de pago hasta el pasado 31 de marzo- seguirán siendo gratuitas, aunque los usuarios únicamente podrán utilizar sin restricciones las 188 ubicadas junto al área de urgencias. El grueso de las mismas, las cerca de 460 del edificio principal, un 70 %, se reservarán por las mañanas (de 7 a 15 horas) a los trabajadores para evitar que uno de los males crónicos del centro sanitario, la escasez de aparcamiento, pueda retrasar la incorporación a sus puestos de trabajo.

El cierre del aparcamiento cogió por sorpresa a muchos conductores y, especialmente en las primeras horas del día, provocó aglomeraciones de vehículos en torno a la puerta principal, aunque a lo largo de la mañana se fue normalizando la situación. No obstante, la plataforma Sanitat sols Una, que agrupa a profesionales del centro críticos con la reversión, valoró lo sucedido como un «caos absoluto» tras cerrarse «dos tercios del aparcamiento» al público general. «Algunos afectados han vivido situaciones de verdadero estrés, nervios y confusión. Muchos han llegado tarde a la consulta, otros han tenido que dejar a su familiar con movilidad reducida en las puertas sin ayuda y los más atrevidos han dejado el coche donde han podido, zonas prohibidas, dobles y triples fijas», con el riesgo de encontrarse una multa al regresar, indicaron.

Fuentes del hospital, no obstante, defendieron que la nueva dirección había anunciado de forma repetida esta medida que reserva plazas de estacionamiento a los trabajadores y subrayaron que, con todo, se han liberado 188 plazas de aparcamiento para los usuarios «que antes eran de pago» y que elevan a 529 las plazas gratuitas en el entorno del hospital. «Se parte de la base de que el parquing es pequeño, pero lo ha sido siempre», indicaron, mientras evitaban valorar las críticas lanzadas desde Sanitat sols Una. Las tarjetas expedidas a los trabajadores para poder estacionar en esta zona reservada son gratuitas cuando antes el coste mensual era de unos 27 euros.