La Ribera mira y mima a sus mayores. Y lo hace a través de grupos como la Associació de Guadassuar d'Amics i Familiars de Persones amb Alzheimer (Aguafa). El objetivo: borrar los estigmas de la sociedad, recuperar personas y retrasar o evitar la aparición de la enfermedad. «Buscamos que la gente viva de la mejor manera posible. Les hacemos ver que hay vida más allá de sus problemas. Queremos que vean su día a día como una oportunidad y no como una carga», explicó una de las fundadoras y presidenta de la entidad, María Olmos.

En España, más de 600.000 padecen la que califican los expertos como la epidemia del siglo XXI. Una dolencia que ataca las neuronas y va deteriorando progresivamente las capacidades mentales y físicas, conduciendo al paciente a una dependencia total. Ahí entra en juego Aguafa, conscientes de que los enfermos necesitan mucho mimo en su cuidado. «La sociedad debe ser más sensible sobre estos temas. Se trata de un problema social al que nosotros le damos respuesta desde un punto de vista ético y moral», señaló Olmos.

Y es que además de sacar el alzheimer de las cuatro paredes y darles una energía extra con su atención especializada a los que lo sufren, tienen activado un programa itinerante, que ya ha pasado por una decena de municipios de la comarca, en el que los ancianos plantan cara al deterioro cognitivo a golpe de «neurofitness», actividades que mantienen intactas las habilidades fundamentales del cerebro. «Hemos creado un proyecto que se llama 'Activa't' y lo que hacemos es realizar tareas que ayudan a mejorar la salud cerebral y controlar el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas. Técnicas para ejercitar la memoria, el lenguaje, el razonamiento, el cálculo, la lectura, la escritura y la concentración. Es como acudir a nuestro particular gimnasio», aseguró la presidenta.

La intención es crear puntos fijos donde la gente de la tercera edad pueda afrontar este desafío con total normalidad en un espacio donde compartir deporte y experiencias para no olvidar.