La tormenta del pasado domingo, que combinó agua, viento y pedrisco, no solo arrasó con las cosechas y dañó parte del patrimonio de la comarca, pues también supondrá la pérdida de muchos puestos de trabajo. Un efecto vinculado a la reducción de la producción total de cítricos y caquis, y por el que se verán afectadas más de 6.000 personas, según Comisiones Obreras. «Las pérdidas son cuantitativas y las campañas de recolección, manipulación y envasado van a ser más cortas. Eso se traduce en una reducción de los días de trabajo, por lo que la situación va a ser grave. Los cultivos afectados son estratégicos para la economía de la Ribera», explicó José Antonio Carrascosa, secretario general de CC OO. Ante este panorama, el sindicato ha reclamado a los ayuntamientos y organismos supramunicipales que presenten al Consell programas extraordinarios de empleo, destinados principalmente a los trabajadores y trabajadoras del sector agrario con el objetivo de minimizar el impacto de un temporal, que en algunos puntos ha dejado campos devastados.

En otros puntos como Algemesí, ciudad donde mayor cantidad de granizo se registró, el ayuntamiento ha aceptado subvencionar el tratamiento de los árboles a través de un acuerdo con la cooperativa local y un proveedor de material fitosanitario. Una medida que busca no perder un tiempo que se considera crucial para recuperar parte del término rural.

En Alzira, el Consell Local Agrari decidió el jueves solicitar al Gobierno central la declaración de zona catastrófica del término municipal, y a la Conselleria de Agricultura varias líneas de ayuda. Asimismo, está previsto que formalicen una petición al Ministerio de Hacienda para pedir la devolución del IBI rústico correspondiente a 2018 de todas las parcelas dañadas. Por otro lado, los representantes del sector pusieron de manifiesto su descontento con la actitud del alcalde de Alzira, Diego Gómez, «por su falta de solidaridad y compromiso con el ámbito rural», y la conducta del edil de Gestión Urbanística, Fernando Pascual, «por provocar un baile de cifras a través de sus mensajes. No es su competencia y debe pedir disculpas», señalaron.

En la misma línea se mostró el diputado de Esquerra Unida Ricardo Sixto, quien ha exigido al Gobierno central que declare la Ribera como zona catastrófica. «Aunque fue un vendaval de poco más de diez minutos, destrozó totalmente el 100 % del cultivo del caqui y la naranja. Esto supone un grave perjuicio para muchas familias que viven del campo y de sus cosechas. Por eso, hemos preguntado al Estado si piensa dar ayudas a los afectados», explicó Sixto.

Agilizar las peritaciones

AVA ha reclamado a Agroseguro que apresure al máximo las peritaciones en las más de 11.000 hectáreas de la comarca que sufrieron la virulencia del fenómeno meteorológico conocido como «Downburst». Junto a La Unió de Llauradors, han instado a los ayuntamientos que aprueben mociones para exigir al Ministerio de Agricultura que se establezca una tasación que permita indemnizar el 100 % del daño real, con independencia de las franquicias de los seguros. «Desde el primer momento que ocurrió esta catástrofe, Agroseguro se ha mostrado muy receptiva a las propuestas que le hemos hecho llegar, entre ellas el adelanto de las compensaciones», apuntó el presidente de AVA, Cristóbal Aguado.