El Pont de Ferro de Fortaleny ya es una realidad. Hoy muestra su mejor imagen gracias a las obras de la Diputació de València. Una actuación que culminará a partir de la semana que viene, con la conexión ciclopeatonal del Pont de Alfonso XIII de Fortaleny con distintas vías de la comarca, después de haber completado su rehabilitación. Una obra que ha sido finalizada con un importe cercano al millón de euros, y que concluirá ahora con la conexión ciclopeatonal provisional del puente con el camino de la mota del margen izquierdo del Xúquer, posibilitando la unión de ambos márgenes del río, una petición exigida por los vecinos.

La obra, emblema de la ingeniería civil de principios del siglo XIX, se ha convertido en un signo de identidad para este municipio de La Ribera Baixa, que pronto podrá volver a ser utilizada gracias a su reconversión en un itinerario ciclopeatonal. Para Pablo Seguí, diputado del área de Carreteras, esta infraestructura es una instalación singular y representativa del patrimonio valenciano que «gracias a su rehabilitación servirá para el uso y disfrute de todos los vecinos. La reconversión de este puente en un nuevo itinerario ciclopeatonal atraerá nuevos visitantes», declaró Seguí.

La estructura está formada por diferentes vanos de acceso (siete en el lado de Sueca y tres en el de Fortaleny) y un vano principal de 70 metros de luz, el cual fue objeto en 1990 de trabajos de reparación y refuerzo que, sin embargo, no impidieron que hubiera que limitar la carga que podía soportar.

Para ello, las actuaciones del proyecto adjudicado por la institución provincial han consistido en rehabilitar los vanos de acceso y retirar los apeos provisionales, siguiendo una actuación similar a la realizada en el vano principal en 1990. Asimismo, se han llevado a cabo pequeñas reparaciones y se ha adecentado el vano principal y se ha aplicado un tratamiento anticorrosivo a la estructura completa.

El trazado ciclopeatonal se realizará sobre la calzada central del vano principal, con una anchura de 4,34 metros y evitando el acceso y circulación por las aceras, debido a su escasa anchura y a la tipología de las barandillas, que se deben respetar desde el punto de vista estético, patrimonial y paisajístico, pese a no ofrecer los estándares de seguridad necesarios. La conexión provisional cuenta con un presupuesto de 71.246 euros.