La instalación del tanatorio al que se opusieron los vecinos de l'Alcúdia por estar delante de sus casas será una realidad en los próximos meses. El rechazo de los habitantes de la zona no ha podido frenar el proyecto y la empresa confirmó ayer a este periódico que «sí o sí», va a construir el edificio en la esquina de la calle Federico García Lorca con la Avenida Comte del Serrallo. Era la tercera ubicación proyectada tras dos intentos fallidos. El primero cayó porque la compañía consideró que no era viable y en el segundo, no consiguió llegar a un acuerdo con el propietario del local. En la última propuesta, tras comprobar que cumplía con el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de la localidad se topó con un grupo de residentes que mostró su malestar. «Solicitamos un informe urbanístico y un certificado de compatibilidad al ayuntamiento. Este sitio está en zona industrial y por lo tanto, estamos dentro de la legalidad. Hemos adaptado el diseño para que las ventanas no estén enfocadas hacia las viviendas y el impacto va a ser mínimo», señalaron fuentes del negocio.

Los padres y madres aseguraron que la obra «solo podría comportar cosas negativas» e indicaron que no querían ver a sus hijos «jugar cerca de un ambiente de tristeza, ni tampoco presenciar a diario un panorama desagradable, como es velar a los difuntos». Asimismo, apuntaron que se podría producir una degradación inmobiliaria. «Cada uno mira hacia sus intereses. Ellos me dicen que verán pasar el coche fúnebre, pero eso sería cuestión de diez segundos. No entiendo esta presión. Nuestra actividad no es peligrosa», confirmaron los futuros propietarios del negocio.

Sin apoyos

El alcalde de l'Alcúdia, Andreu Salom, explicó que moralmente, los vecinos y vecinas podían sentirse molestos y trasladó a los interesados la preocupación. Además, se comprometió a negociar alternativas con la empresa. «Cuando consultamos la normativa, vimos que era muy parecida a otras poblaciones en las que ya contamos con un tanatorio. Estuvimos mirando varios puntos dentro del casco urbano que nos parecían interesantes, pero creíamos que era sensato reunirnos antes con el primer edil para tomar una decisión. En un principio, todo iba bien hasta que en el consistorio se posicionaron al lado de sus habitantes. De todos modos, nosotros siempre responderemos dentro de la legalidad y aunque no les guste, tendrán que darnos la concesión. No veo que existan barreras que nos lo impidan», sentenciaron desde la firma ribereña. Con este, serán tres los recintos de este tipo que habrá instalados en l'Alcúdia. Hasta el momento, el cuentan con uno municipal, que se ampliará este año para celebrar despedidas civiles, y otro privado. Este último está previsto que esté operativo en unos meses.