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Alzira, Tous, Llombai y Cullera acogen el 64 % de los parajes naturales de la Ribera

La comarca cuenta con medio centenar de espacios protegidos por su riqueza medioambiental Ecologistas en Acción reclama recuperar los terrenos rurales como parcelas de biodiversidad

La Murta y la Casella, un referente natural en Alzira. vicent m. pastor

Zonas naturales por las que discurre el río Xúquer, cerros montañosos donde la fauna está protegida, cavidades alejadas de la artificialidad que cuentan con biodiversidad propia. La Ribera alberga en la actualidad un total de 50 espacios naturales que cuentan con protección legal. Más de la mitad -32 de 50, el 64 %- se encuentran en solo cuatro municipios, de 47 totales. Se trata de Alzira, Tous, Llombai y Cullera.

Corbera y Llaurí -ambas con cinco parajes protegidos- o Carcaixent, con cuatro lugares con protección legal, también son términos municipales donde la naturaleza está muy presente. Así lo atestiguan los datos aportados en el informe «L'Estat del Medi Ambient a la Ribera», un amplio trabajo publicado por la agrupación Ecologistas en Acción- La Ribera en Bici mediante el que se realiza una completa radiografía de la salud ecológica de la comarca.

Entre las figuras de custodia natural que localizan en la Ribera coexisten espacios con especial protección para aves (ZH), lugares de interés comunitario (LIC), parajes naturales municipales (ZEPA), humedales (ZEC), parques naturales (PNM), microreservas (Mcr) o cuevas (Cv).

Cada zona cuenta con un grado de protección normativo -hay lugares que concentran todas o casi todas las denominaciones-, pero el 100 % son importantes.

Así, los ejemplos de riqueza natural en la comarca son múltiples. Casi todos son conocidos por el ciudadano de a pie :la Murta i la Casella (Alzira), la Cova de les Meravelles (Llombai), la zona de Matamón (Carlet) o la Llacuna del Samaruc (Algemesí) son espacios que nos vienen a la mente cuando hablamos de territorios protegidos. Hay muchos más que merecen ser preservados.

«Un lugar privilegiado»

Desde la entidad conservacionista apuntan que «contamos con 35 espacios naturales en la Ribera Alta, que suman un 20 % de la superficie total, y 15 en la Ribera Baixa, con el 59 %. Esto quiere decir que vivimos en un territorio con un alto valor ecológico, un lugar privilegiado que reune multitud de ecosistemas por la gran cantidad de relieves, tierras, aguas y microclimas que tenemos».

A su vez, también defienden la necesidad de recuperar los terrenos rurales como parcelas de biodiversidad. Campos de cultivo, sotobosque, acequias, barrancos... todos los espacios relacionados con la agricultura deben ser preservados según los responsables del documento: «Antes albergaban ranas, sapos, serpientes, libélulas, murciélagos, abejas, rapaces, pájaros y multitud de insectos, además de una flora muy variada. Ahora ya no hay tanta diversidad, ni siquiera en las plantaciones ecológicas», sentencian.

La llegada de plagas exóticas también es un elemento a tener en cuenta: «Hablamos de especies molestas y problemáticas en muchos casos. Sin embargo, se puede trabajar para recuperar la biodiversidad antigua, lo que enriquecería mucho nuestra comarca y permitiría controlar buena parte de las nuevas plagas».

Aumento de las zonas arboladas

Los responsables del trabajo también enfocan su mirada hacia la preservación del medio urbano. Así, creen que la hoja de ruta a seguir pasa por el crecimiento de las zonas arboladas en los municipios de la Ribera: «Son escasas, pero existentes. Deber ir aumentando porque las necesitamos por razones de salud, estética y placer», defienden desde la agrupación. Eso sí, como tesis general centros sus argumentos hacia una concepción global de la demarcación comarcal: «Lo inteligente no es compartimentar el territorio y blindar algunas partes para protegerlas como últimos reductos de la vida natural, eso es jugar a perder. Lo verdaderamente inteligente es proteger y cuidar todo el territorio, con diferentes matices. Es necesario para nuestro bienestar y porque las próximas generaciones tienen derecho a disfrutar de nuestros ecosistemas».

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