Pocas veces se puede ver sobre el escenario un elenco de músicos de banda al máximo nivel. El sábado Cullera ofreció al público, que llenaba los Jardines del Mercado, esa oportunidad.

Tres de las mejores agrupaciones bandísticas de Europa, la Sociedad Musical Instructiva Santa Cecilia de Cullera, la Primitiva de Llíria y la Armónica de Buñol, ofrecieron un concierto que quedará en la memoria de los amantes de la buena música. La cita sirvió como colofón al circuito «A tres bandes», que con el concierto de Cullera pone fin a su andadura este 2018 después de haber transitado previamente este año por Llíria y Buñol.

Otro de los alicientes lo ofrecía la anfitriona. La SMI Santa Cecilia exhibió su poderío previo al Certamen Internacional de Bandas de Música de València, que se celebra el próximo fin de semana y en el que los cecilianos compiten en la máxima categoría.

A las órdenes de Carlos Garcés Fuentelsaz, interpretaron la obra libre con la que intentarán llevarse el certamen: «Némesis» (Metáfora sinfónica) de José Suñer Oriola. Una obra de 26 minutos de duración y extrema complejidad técnica que encandiló al público. «Es la obra más compleja a la que me he enfrentado», llegó a decir el maestro Garcés Fuentelsaz tras bajarse del escenario entre los aplausos del público.

La agrupación lliriense abrió el concierto con la interpretación del pasodoble «Las arenas» de Manuel Morales y la Sinfonía nº2 de John Barnes. Al frente estuvo su director, Javier Enguidanos. Por su parte, los músicos de Buñol, a las órdenes de José Tello, tocaron el pasodoble «Sombras y luces» de Santiago Quinto y la «Sinfonía nº1 Kaprekar» de J. Martínez Gallego.