En relación a las informaciones en las que se apunta que se habían dado instrucciones a los médicos del Hospital de la Ribera para maquillar las listas de espera, los jefes de Servicios Quirúrgicos del Hospital de La Ribera queremos manifestar:

En las mismas, se hacía referencia a unas palabras del Dr. José Emilio Llopis Calatayud, Jefe de Servicio de Anestesia, Reanimación y Terapéutica del Dolor y Coordinador del Área Quirúrgica y Críticos del Hospital Universitario de la Ribera, pronunciadas durante una Junta Clínica, una reunión interna, que alguien, al parecer, grabó furtivamente.

Los abajo firmantes, Jefes de Servicios Quirúrgicos del Hospital de la Ribera, queremos manifestar nuestro malestar, por la tergiversación del sentido de lo tratado en esa reunión, respecto a nuestras listas de espera.

En primer lugar, destacar que el Dr. Llopis, bajo distintas responsabilidades (coordinador, subdirector o director de área) y bajo distintas gerencias, ha gestionado el área quirúrgica de La Ribera desde 1999, un departamento que siempre se ha distinguido por mantener unas demoras quirúrgicas mucho mejores que los hospitales de nuestro entorno y que ha sido distinguido por ello, en múltiples ocasiones.

Y queremos manifestar que esas demoras quirúrgicas ni han sido ni son producto de ningún maquillaje sino de la buena gestión de la actividad quirúrgica y de las propias listas de espera.

Clásicamente se han distinguido tres tipos de estrategias para abordar las listas de espera quirúrgicas, a saber, las de aumento de la oferta quirúrgica, las de gestión de la demanda y las de gestión administrativa de las listas. En realidad, una gestión completa debe incluir estos tres abordajes: oferta, demanda y depuración administrativa. En nuestra Junta Clínica, el Dr. Llopis expresó en palabras coloquiales, pues no todos los asistentes eran quirúrgicos, esos pilares de la gestión de las listas de espera. Habló de la necesidad de sacar más pacientes de las listas (operar más) y de procurar entrar menos (intentar controlar las indicaciones).

Del primer aspecto, anunció que, siguiendo instrucciones de Gerencia, este verano se había programado 160 sesiones quirúrgicas más que el anterior y que esperamos intervenir unos 600 pacientes más y que, pasado el verano, retomaríamos nuestra actividad al cien por cien. Y destacó públicamente el compromiso de la Gerencia de construir un quirófano adicional, para poder intervenir más pacientes todo el año, una reivindicación del área quirúrgica durante años.

Por la parte de la demanda, dijo que se habían dado instrucciones a los jefes de servicio, para que intentaran adecuar bien sus indicaciones quirúrgicas. ¿Por qué? Porque durante los primeros meses de 2018 habíamos generado casi 500 indicaciones más que el año anterior y, porque sabemos que, en determinadas cirugías, estamos por encima de lo esperado según estándares nacionales. Y eso nos obliga, a los jefes de servicio, a replantearnos sistemáticamente la mejora continua de los procesos asistenciales, aunque finalmente la decisión de indicar una cirugía, o no, es de cada cirujano cuando valora a su paciente.

Sinceramente, no vemos en ninguna de estas palabras intento alguno de maquillar nada. Se habló de aumentar el número de intervenciones quirúrgicas, de controlar el número y la adecuación de las indicaciones, de depuración administrativa (retirar de lista los pacientes no presentados, que renuncian o que no cumplen criterios por alguna causa). Esos son los pilares básicos del control de listas de espera. Sinceramente, no vemos maquillaje por ningún lado y, por otra parte, ese maquillaje no nos hubiera estado permitido.

En el artículo, también se subrayan las palabras del Dr. Llopis de que «ya no podemos operar más, pero necesitamos hacerlo para que las listas no aumenten». Es cierto. Por eso, solicitamos y conseguimos de Gerencia, que se construya un quirófano más. Porque los que tenemos ya, los programamos todos, mañana y tarde, algo que entre los hospitales públicos o con otras formas de gestión, creemos que solo podemos decir nosotros. ¿Qué hay de negativo en que, llegados a nuestra máxima capacidad, solicitemos la construcción de un quirófano adicional?

También se hace referencia a que se dijo que era necesario mantener o aumentar el porcentaje de Cirugía Sin Ingreso y que, en los pacientes que precisaran ingreso, procuráramos una alta lo más temprana posible. Es cierto, lo suscribimos y creemos que lo haría cualquier gestor sanitario, en su sano juicio: hoy las tasas altas de ambulatorización quirúrgica se consideran un criterio de calidad quirúrgica y los programas de recuperación quirúrgica rápida procuran acortar la estancia y reincorporar al paciente a su vida cotidiana cuanto antes.

Por todo ello, los abajo firmantes queremos destacar que, en la gestión de nuestras listas de espera quirúrgicas, ni ha habido, ni hay ningún tipo de maquillaje. Hay trabajo, mucho trabajo, del Coordinador, de todos los Jefes Quirúrgicos, de todos los facultativos, enfermeras y personal sanitario y administrativo que durante casi 20 años hemos conseguido ofrecer a los pacientes de la Ribera una de las mejores esperas quirúrgicas de la Comunitat, con óptimos estándares de calidad. Y queremos destacar que, si lo hicimos antes bajo un modelo de colaboración público-privada del que nadie se avergüenza, ahora pretendemos, bajo el marco de la gestión pública directa, seguir prestando el mismo servicio a todos los ciudadanos.

A nosotros, como profesionales, no nos toca decidir cuál es el modelo de gestión que nos debe regir, nos toca trabajar para que, sea cual sea, el ciudadano esté bien servido. Solo pedimos, a cambio, que se respete nuestro trabajo y se nos deje al margen de intereses espurios.

* Firman el artículo: Llopis Calatayud, José Emilio (Jefe de Servicio de Anestesia, Reanimación y Terapéutica del Dolor); Ballester Sapiña, Blas (Jefe de Servicio de Cirugía General y Digestiva); Benedicto Redon, Antonio (Jefe de Servicio de Urología); Galbis Caravajal, José Marcelo (Jefe de Servicio de Cirugía Torácica); Gisbert Aguilar, Javier (Jefe de Servicio de Otorrinolaringología); Mallent Añon, José (Jefe de Servicio de Cirugía Plástica) Margarit Calabuig, Juan Antonio (Jefe de Servicio de Cirugía Cardiaca) Martínez León, Ignacio (Jefe de Servicio de Angiología y Cirugía Vascular); Naranjo De La Puerta, Fernando (Jefe de Servicio de Obstetricia y Ginecología); Ortega Monzó, Carmen (Jefe de Servicio de Dermatología) Piquer Belloch, José (Jefe de Servicio de Neurocirugía); Pla Esparza, Maria Amparo (Jefe de Servicio de Cirugía Maxilofacial); Ribes Iborra, Julio (Jefe de Servicio de Ortopedia y Traumatología); Tomás Torrent, Juan Miguel (Jefe de Servicio de Oftalmología).