Minutos después de las 18´30 horas, y después de una trabajo artesanal de preparación de los badajos de las campanas, también conocidos como úvula, atándolos con cuerdas de esparto, como marca la tradición, empezaron a sonar las cuatro campanas del campanario de la Parroquia de la Sangre de Cristo de Cullera, como llamada a los vecinos para el inicio de la Romería de los Benissants de la Pedra, Abdón y Senen. El toque no podía ser otro que el "Repic de Bendició". El trabajo de recuperación que están llevando a cabo "Els campaners de la Catedral de València" está resultando primordial para conseguir realizar estas recuperaciones tradicionales.

El punto de partida de la romería fue la iglesia de La Sang, desde donde a las 19 horas salían las imágenes-relicario en plata de los santos y, montadas en carruaje, presidieron el trayecto hasta la antigua ermita, hoy Museo Municipal del Arroz. En la romería participaron tanto vecinos como visitantes, así como la Asociación de Caballistas de Cullera o el grupo senderista Xino-Xano de Cullera que este año se sumaba a la festividad.

Una vez llegó la romería, se ofició una eucaristía en honor a los santos. Al finalizar la misa se cantaron los gozos y se procedió a la bendición de los campos. Los Campaneros de la Catedral de Valencia recuperaron para esta ocasión el "Repic de Bendició", un toque antiguo que no sonaba desde hacía más de 50 años y que se realizaba tradicionalmente para pequeñas celebraciones, procesiones o fiestas menores, a modo de acompañamiento, como elemento diferenciador de las grandes celebraciones y Fiestas Mayores. Se trata de un repique que tiene su origen en las partituras del siglo XVI en la Catedral de Valencia, "aunque ha ido evolucionando a lo largo de los siglos, extendiéndose y adaptándose a distintas torres valencianas", según explica Eliseo Martínez, integrante de la Asociación de Campaners de la Catedral de València.