La mejor oferta siempre es más cara. Si usted está pensando en adquirir una vivienda turística en la costa valenciana deberá pagar un poco más si la busca en Cullera. La capital turística de la Ribera ha visto aumentar el precio de sus inmuebles un 5,4 % en el último año, según el informe de Tinsa, una de las empresas acreditadas por el Banco de España para la tasación de inmuebles. En el primer trimestre de 2018 (en comparación con los primeros tres meses del año anterior) subió la vivienda en la costa de la provincia de València un 4,1 %, con importantes repuntes en la zona de Alboraia, Cullera y la capital. Sin embargo, descendió en las localidades colindantes a Canet d´En Berenguer, la Pobla de Farnals y Gandia. Con ello, la zona ribereña (que también incluye a Sueca) se sitúa como uno de los enclaves donde el repunte es mayor y el metro cuadrado en estos primeros meses de 2018 se ha ido ya a los 1.315 euros, el más alto tras Alboraia (1.494) y por delante de Canet (1.206), la Pobla de Farnals (1.052), Gandia (799) e incluso València ciudad (1.253). Junto a Gandia, que es la más económica de la provincia de València, las ciudades con los precios más económicos de la Comunitat Valenciana son Borriana (710 euros por metro cuadrado), Almassora (753) o Benicarló (829), según se desprende del informe de Tinsa.

El estudio hace una distinción por zonas. Así, a Cullera la incluye en un radio que recoge desde Sueca hasta Oliva. Dentro de este sector, en primera línea de playa del Faro de Cullera existe oferta por un valor unitario superior a los 3.000 €/m2, que puede alcanzar 4.100 €/m2. Se trata de viviendas unifamiliares aisladas de una superficie construida igual o superior a 350 m2. En dicha playa se registran las viviendas unifamiliares más caras de la zona.

El estudio también desvela que el nivel de stock es bajo, aunque asumible a corto plazo, y destaca a Sueca y Cullera por ser especialmente escaso. El producto que mejor salida está encontrado es, por un lado, la edificación antigua, que resulta atractiva por su bajo precio, inferior a los 100.000 euros, y, por otro, los apartamentos bien situados próximos al mar.

Los mercados de alquiler vacacional y de compra están bastante equilibrados. Es más relevantes el alquiler en las playas de Cullera, Tavernes de Valldigna, Gandia y Oliva. El producto orientado al arrendamiento en estas zonas son viviendas amplias de 2 o 3 dormitorios pensadas para el turismo familiar. Tras años de estancamiento, las rentas de vivienda vacacional han registrado incrementos en los últimos meses.

La reactivación de la compraventa más importante se ha dado en las playas de Cullera, Gandia y Oliva, mientras es más moderada en el resto de la provincia. La nueva oferta se centra en edificación plurifamiliar de tipología abierta, con predominio de un programa de 2 dormitorios, con un tamaño próximo a los 80 m2.

La demanda de suelo en la zona es prácticamente nula. Parte del suelo se encuentra en manos de entidades financieras, adquiridos tras los fallidos en la financiación de su compra. Existen terrenos finalistas vacantes en la mayoría de las playas, salvo en las playas de Cullera y Sueca. En esta última, existe suelo no urbanizado situado dentro del ámbito del Parque Natural de l´Albufera, donde se encuentra suspendida la calificación de Suelo Urbanizable propuesto por el PGOU, hasta la aprobación del Plan Rector de Uso y Gestión del Parque.

El comprador de vivienda vacacional es en su mayoría nacional, procedente de la propia comunidad autónoma valenciana y del centro de la península. En menor proporción se sitúan los compradores procedentes de países centroeuropeos. En los últimos años ha aumentado el comprador de nacionalidad francesa en la playa de Cullera.