Se reactiva el mercado inmobiliario, sobre todo por lo que hace a la costa de la Ribera. Cullera sigue siendo un motor económico para la comarca, como queda constatado en el último informe realizado por Tinsa, una de las empresas acreditadas por el Banco de España para la tasación de inmuebles. De hecho, la ciudad ribereña registra el ascenso más alto de toda la provincia de València, con un 70 % más que el pasado año en viviendas usadas. El crecimiento genérico se sitúa en el 27´5 %, un dato nada desdeñable que demuestra la nueva tendencia que se vive en la provincia, donde el aumento es del 21´2 %. Por lo que respecta a la vivienda usada, Cullera ve como aumenta un 26´6%, pasando de 496 pisos y casas tramitadas a 628. Sólo en Gandia y en la ciudad de València se vendieron más hábitats que en la zona cullerense. En total, en Cullera se vendieron 139 pisos más que el año anterior.

El comprador de vivienda vacacional es, principalmente, español, procedente de la propia comunidad autónoma valenciana y del centro de la península. En menor proporción se sitúan los compradores procedentes de países centroeuropeos. Sin embargo, en los últimos años ha aumentado el comprador de nacionalidad francesa en la playa de Cullera. La reactivación de la compraventa más importante se ha dado en las playas de Cullera, Gandia y Oliva, mientras es más moderada en el resto de la provincia. La nueva oferta se centra en edificación plurifamiliar de tipología abierta, con predominio de un programa de dos dormitorios, con un tamaño próximo a los 80 m2.

La ciudad costera de la Ribera ha visto aumentar el precio de los hábitats un 5´4 % en el último año. En el primer trimestre de 2018 (en comparación con los primeros tres meses del año anterior) subió la vivienda en la costa de la provincia de València un 4´1 %, con importantes repuntes en la zona de Alboraia, Cullera y la capital. Con ello, la zona ribereña (que también incluye a Sueca) se sitúa como uno de los enclaves donde el repunte es mayor y el metro cuadrado en estos primeros meses de 2018 se ha ido ya a los 1.315 euros, el más alto tras Alboraia (1.494) y por delante de Canet (1.206), la Pobla de Farnals (1.052), Gandia (799) e incluso València ciudad (1.253). El estudio también desvela que el nivel de stock es bajo, aunque asumible a corto plazo, y destaca a Sueca y Cullera por ser especialmente escaso. El producto que mejor salida está encontrado es, por un lado, edificación antigua que resulta atractiva por su bajo precio final, inferior a los 100.000 euros, y, por otro, los apartamentos bien situados próximos al mar.