Todo ocurrió el pasado sábado pasadas las dos y media del mediodía. El renombrado pintor de Alzira Josep Francés se vio obligado a dejar inacabada una obra sobre los rascacielos más conocidos de Benidorm, que estaba recreando in situ en el paseo de la playa de Levante, ante los impedimentos que sufrió por parte de una patrulla de la Policía Local del municipio de la Marina Baixa.
El artista alcireño estuvo el fin de semana de visita en la conocida población y recibió la atención de turistas y residentes mientras realizaba su obra debajo del toldo de una tienda que le dio permiso: «La verdad es que me llamó un poco la atención el gran interés que despertó que yo estuviera ahí, aunque luego lo entendí todo. Pasaron cuatro o cinco patrullas de la Policía Local y no me dijeron nada, hasta que llegaron dos agentes y me amenazaron con confiscarme el material y el cuadro. Les dije que había visto muchos borrachos con botellas de alcohol por la calle, que ahí es donde debían actuar y no se lo tomaron bien. Todo acabó en una discusión sin sentido. Recogí mis cosas y me fui a la furgoneta, que estaba aparcada en zona azul con todos los recibos pagados», explicó. Mientras pintaba su obra, Francés repartió catálogos y mostró otro cuadro más pequeño sobre el islote que se ve desde la playa, conocido como isla de los periodistas: «Me dijeron que estaba vendiendo cuadros y eso es mentira. ¿Cómo voy a vender cuadros en pleno paseo marítimo con el precio que tienen?, ¿Quién lleva ese dinero en la cartera?. Yo estaba preparando una obra, estaba haciendo mi trabajo. No había ningún letrero con precios, no me pueden acusar de nada», expuso.
Cuatro o cinco sesiones
La pintura, en la que se atisban edificios como el rascacielos Intempo o el hotel Bali, se encuentra inacabada en la actualidad y Francés no tiene muy claro si la acabará: «Es un cuadro que necesita cuatro o cinco sesiones más, que podría ejecutar en casa. Ahora mismo estoy muy enfadado. Me parece irreal lo ocurrido».
Por otra parte, el pintor destacó ayer que los grandes edificios son parte esencial de su obra: «He visitado 200 ciudades de España y no me había pasado nada similar. No sé si ocurre lo mismo cuando alguien planta un trípode y hace una foto...». Consultado sobre si tiene intención de ponerse en contacto con la concejalía de Cultura de Benidorm, Francés se mostró rotundo: «Ahora mismo no pienso hacerlo, la verdad, no me parece justo. Si quieren algo no creo que tengan problemas para encontrarme». Por último, comparó lo ocurrido con el trato registrado en su ciudad natal: «Hace semanas estuve pintando en la Plaça Major de Alzira y no es que me pusieran impedimentos, sino que el ayuntamiento valló la zona para que pudiera trabajar con facilidad. Estas cosas se agradecen cuando estás trabajando en medio de la calle, la verdad».
