El temporal de pedrisco que azotó la comarca a principios del pasado mes de julio afectó gravemente a las plantaciones de caqui y de cítricos ubicadas en la Ribera, capitales en un sector que podría ver como en esta temporada se pierden más de 500.000 jornales ante la merma de producción por el temporal. Los daños más graves se registraron en cultivos del llamado «rojo brillante» y nadie duda ya que la temporada se verá notablemente afectada por el destrozo causado en las tierras de cultivo de diferentes poblaciones. Si hay menos fruta que recoger hay menos producción que confeccionar en cooperativa. La actividad laboral es la damnificada. Ante esta tesitura, todos los agentes del sector demandan auxilio a las administraciones públicas. Francisco Rodríguez Mulero, secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, se reunió ayer en la Casa dels Llauradors de Alcúdia con representantes de cooperativas, sindicatos y organizaciones agrarias para poner sobre la mesa los datos recogidos por los agentes del sector agrario comarcal durante los últimos 30 días, con el objetivo final de trazar la hoja de ruta a seguir para los próximos meses. Los afectados piden al Consell que articule planes de empleo específicos que ayuden a paliar los efectos que la merma de producción tendrá en los diferentes colectivos profesionales que dependen de la recolección y tratamiento de los frutos. Una de las alternativas que se encuentran encima de la mesa es la posibilidad de vertebrar planes de ocupación gestionados por los diferentes ayuntamientos que estén relacionados con el medio rural, al tratarse de trabajadores ya cualificados en este sentido. Rocío Briones, directora general del Servef, fue una de las participantes en la cita. También asistieron sus homónimos en los departamentos de Agricultura y Administración Local. Todos tomaron nota de las aportaciones del sector.
«Un golpe muy duro»
La bajada de la producción está ahí y sus efectos no se pueden esquivar. Las cooperativas temen que se pierdan más de 400.000 jornales por los daños causados por el pedrisco. Así lo confirmó ayer a Levante-EMV Cirilo Arnandis, presidente de la cooperativa de l’Alcúdia: «Ha sido un golpe muy duro y la consecuencia más grave es la pérdida de trabajo que ocasionará. Muchos de los afectados son pequeños agricultores, además de los trabajadores que realizan la preparación de la fruta. Necesitamos que los ejecutivos autonómico y estatal tomen cartas en el asunto».
La lectura de la situación que realizan desde el sindicato Comisiones Obreras se mueve en términos similares, aunque los datos de afección son ligeramente superiores en sus estimaciones: se perderán 540.000 jornales, lo que equivale a un total de 29.7 millones de euros y a la mitad de la cosecha. Unas cifras que asustan. Josep Antoni Carrascosa, secretario general de CC. OO en la Ribera, analizó ayer los efectos del temporal: «Lo que pedimos a las administraciones es que su intervención sea rápida, ya que la temporada está a la vuelta de la esquina y hay trabajadores fijos-discontinuos y eventuales que se verán afectados. Los profesionales del transporte y el embalaje, por poner dos ejemplos muy claros, también verán como disminuye la actividad».
El secretario autonómico de Agricultura recogió el guante y mostró su predisposición a abordar los problemas: «Estamos aquí para analizar todas las posibilidades. También para estudiar el catálogo de cuestiones que competen al estado para ponernos en contacto con Madrid». Rodríguez Mulero también abordó el tema de los daños en el campo: «Todo lo que estaba asegurado va a cobrarse, eso está claro. Ahora, hay que analizar el resto de cuestiones y es lo que estamos haciendo en esta reunión específica».
Por último, José Carlos Martínez -secretario comarcal de la Unió- reivindicó el papel del productor agrario en la Ribera: «Es una figura clave en la economía de la comarca. Su influencia es muy grande. Ahora tenemos que remar todos juntos para poder dar la mejor solución posible a todos los afectados por el temporal».
