Las bandadas de pájaros que sobrevuelan a sus anchas por las grandes extensiones de cultivos de Cullera y Sueca son señal de que se acerca el inicio de la campaña de uno de los productos más valorados de la comarca: el arroz. A las puertas del otoño comenzará la siega de una temporada que estará marcada por la calidad de las cosechas. De estos terrenos, se estima que se podrán recolectar algo más de 30 millones de kilos.
Este año tomará protagonismo la variedad J. Sendra, principal apuesta de los agricultores ribereños, aunque todo queda supeditado a las condiciones meteorológicas que se den en las próximas semanas, ya que de este factor externo depende y mucho el resultado final. Del total, la gran mayoría corresponde a grano largo, que se utiliza para vaporizados, y que se envía principalmente al mercado europeo. El resto de la producción la completa el grano redondo, más apto para los guisos y el preferido en el ámbito nacional como por ejemplo, el Bomba. «De momento va todo a pedir de boca. Solo esperamos que el tiempo aguante y la tormenta no eche al traste el trabajo de todo un año en minutos. Hemos sufrido bastante, pero creo que el esfuerzo tendrá su recompensa. Calculo que unos 8.000 kilos por hectárea se podrán recoger sin problema. Incluso más. También estará subordinado a lo que aguante el agua en los arrozales», explicó el presidente de la cooperativa de Sueca, José Luis Mariner.
Los labradores consideran que se dará una campaña normal, pero no ha estado exenta de problemas. Una de las amenazas más presentes ha sido la «Pyricularia» y la anoxia. El primero es un hongo microscópico que ataca a las hojas e inflorescencias del arroz, produciendo además, una sustancia tóxica que desorganiza e inhibe el crecimiento de los tejidos, mientras que el segundo se produce por falta de oxígeno ante la imposibilidad de quemar la paja de otras campañas. Dos problemas complicados de atajar, ya que no hay producto fitosanitario para su control que esté autorizado, explican los propios trabajadores.
De hecho, el arroz es uno de los cultivos más indefensos, ya que la Unión Europea ha retirado del mercado en torno al 80 por ciento de artículos que utilizaban. El agua es otro de los déficit que han sufrido. Sobre todo, con la escasez. «Las previsiones son bastante buenas. Ahora ya estamos haciendo las últimas pasadas para pulverizar, mientras tenemos un ojo en el cielo por lo que pueda pasar. Creo que la siega se retrasará un poco y habrá puntos donde lo pasarán más mal porque no han sabido encontrar el equilibrio en el uso del agua. Nosotros no pasaremos apuros. Está todo a la orden del día. A partir del 15 de septiembre vendrá lo fuerte», señaló el presidente de la Comunidad de Regantes de Sueca, José Pascual Fortea.
Sin precios definidos
Para saber en qué precios se moverá el comercio, habrá que esperar a la primera semana de la siega. En este sentido, se espera que los negocios valoren a la cooperativa arrocera y su producto por lo que es, una de las más importantes del territorio no solo en la Comunitat Valenciana, sino también a nivel nacional. Y es que en la autonomía se producen algo más de cuarenta millones de kilos y treinta de ellos son ribereños. En España, tan solo Sevilla puede equipararse con Sueca. Además, pese a que la superficie de cultivo es más reducida que en otras zonas, las cifras pueden superar con claridad a la competencia.
