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La oleada de robos de algarrobas suma ya más de 6.000 kilos en campos de Turís

La Unió considera «insuficiente» la vigilancia ante un repunte de sustracciones sin precedentes

El aumento de la vigilancia tanto en el término municipal de Turís como en los almacenes que compran algarrobas desde el inicio de la campaña de recolección ha sido valorado como «insuficiente» por el colectivo local de la Unió de Llauradors, que alerta de una oleada de sustracciones sin precedentes debido a los buenos precios que en los últimos dos años ha alcanzado la algarroba. «No he conocido nunca tantos robos como ahora», denunció ayer Marc Picó, miembro de la ejecutiva local de la Unió, que reclamó medidas más efectivas para frenar una lacra que, según dijo, el agricultor «no puede soportar».

Los datos evidencian la magnitud del problema. Si ayer Levante-EMV adelantó que la Policía Local ha imputado en apenas quince días a siete personas por presunto robo de algarrobas -el goteo de identificaciones ha continuado-, fuentes municipales han estimado en alrededor de 6.000 kilos la fruta sustraída en base a las algarrobas incautadas por la Policía Local, más de 4.000 kilos, y las cantidades declaradas por otros agricultores afectados en sus denuncias.

Marc Picó se mostró contundente al señalar que, pese al esfuerzo de la Policía Local en el campo y la Guardia Civil en los almacenes, «la vigilancia es poca» ya que, según incidió, se tienen en cuenta las dimensiones del término municipal de Turís los agentes destinados a este seguimiento son insuficientes. «Son muchas las quejas de agricultores que han sufrido robos en sus parcelas», incidió el portavoz de la Unió.

El precio se triplica en dos años

Desde que se iniciara la presente campaña de recolección de la algarroba, se mantiene una constante: el aumento de robos de este fruto seco. Su precio en dos años se ha triplicado y los robos prácticamente también. Los precios de la algarroba oscilaban entre los 20 y 25 céntimos el kilo. La pasada campaña llegaron a los 60 céntimos, mientras que esta temporada se cotiza a unos 45 céntimos.

Este incremento ha provocado que sea un buen negocio para los ladrones, ya que en apenas unas horas se pueden sacar un buen jornal. Los robos se comenten de forma mayoritaria a mediodía y en jornadas festivas. La mayoría se producen entre las dos del medio día y las cuatro de la tarde, ya que es la franja horaria que los agricultores aprovechan para comer. También los sábados y domingos son aprovechados por los ladrones ya que el término se encuentra menos concurrido.

Esta práctica está empezando a convertirse en habitual, como señala Marc Picó: «Ahora son las algarrobas, pero después seguirán los cítricos, como ocurriera la pasada campaña, con la naranja destinada a peladora». El sindicato la Unió pretende que las administraciones competentes tomen medidas, ya que pese a mejorar la situación con la implantación de la Guía DATA -que registra los movimientos de los productos agrícolas y su trazabilidad-, no acaba de ser efectiva , ya que son muchos los que falsifican esta documentación.

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