La febril actividad que antes de la crisis vivía el sector de la construcción tuvo en el año 2008 su punto de inflexión. Los proyectos para construir cientos de viviendas y empezar a poblar un sector Tulell que ultimaba las obras de urbanización dieron paso ese año a las renuncias de las promotoras a las licencias. Los dos primeros bloques que ya entonces habían empezado a construirse, los más próximos a la plaza de la Generalitat, se finalizaron y están ocupados, aunque no corrió la misma suerte la última gran promoción iniciada junto al bulevar de Tulell, una torre cuyas obras se finalizaron a duras penas y que se encuentra tapiada al no haber podido comercializar las viviendas. Se cumple también una década de la última finca construida por el Grupo Llopis en Alzira, una empresa local que, tras el largo parón que ha supuesto la crisis para el sector, ha empezado a comercializar una nueva promoción, un bloque con 35 viviendas divididas en tres escaleras y con piscina en la cubierta que pretende empezar a construir en abril en el sector Hort de Galvañón.

Se trata de la primera promoción que arrancará en Alzira después de la crisis -la obra nueva se ha limitado en los últimos años a la construcción de unifamiliares, mayoritariamente en este mismo sector- y no es la única que la constructora alcireña tiene en cartera, ya que también ha empezado a promocionar una nueva finca en la plaza Mayor, que la empresa contempla acometer con posterioridad. «Aunque queremos ser prudentes, parece que hay cierto mercado», comentó ayer el gerente del grupo, José Llopis, mientras destacaba que la comercialización empezó en julio y la empresa ya cuenta con diez reservas. «Volvemos a lo de antes del ‘boom’, siguiendo una línea conservadora hacemos primero una promoción, funciona, y después otra», relató, mientras señalaba que algunos potenciales compradores se han interesado por las viviendas de la plaza Mayor -una lona sobre la antigua cafetería Murta anuncia un bloque con siete pisos-, si bien en este caso indicó que la empresa contempla iniciar las obras en el último trimestre de 2019.

Por otra parte, la empresa Monsolar también ha empezado a comercializar once adosados y seis viviendas pareadas en la urbanización El Racó de Alzira, retomando un proyecto que una constructora dejó inacabado en los años de la crisis.

Como ayer informó Levante-EMV, el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Alzira ha recibido en los primeros ocho meses del año 134 solicitudes de licencias de obra -sin contar las declaraciones responsables para actuaciones de menor cuantía, por debajo de los 6.000 euros- una cifra que, en base a la estadística municipal, duplica las tramitadas en el año 2015.