El repunte del paro en agosto ha vuelto a situar el número de demandantes de empleo en la Ribera inscritos en el Servef por encima de los 21.000 aunque, tan sangrante como esta cifra, es constatar que más de 9.800 desempleados carecen oficialmente de ingresos al no percibir ninguna prestación. El secretario comarcal de UGT, Raül Roselló, incidió ayer al hacer balance de los datos del paro del mes pasado en la necesidad de reforzar las prestaciones por desempleo ya que, según dijo, la actual tasa de cobertura (53,46 %) «deja fuera de la protección a 47 de cada cien desempleados», lo que en el caso de la Ribera se traduce en 9.811 parados. Roselló, por otra parte, alertó de que «las formas de la precariedad se han multiplicado y, con ellas, la desigualdad y la pobreza en el mercado laboral».
Estas afirmaciones parten de un análisis de los datos de contratación que revela «contratos temporales cada vez más cortos, contratos a tiempo parcial involuntarios, becarios en fraude de ley, empresas multiservicios y subcontratas que tan solo sirven para devaluar los salarios y las condiciones laborales», relató. En base a los datos publicados por el Servef, en la Ribera se formalizaron en agosto un total de 9.262 contratos, lo que representa 231 más que el año pasado en este mismo período, si bien la gran mayoría son contratos temporales. En concreto, tan sólo un 7,05 % de todas las altas registradas en agosto, 653 en cifras absolutas, corresponde a contratos indefinidos. Por otra parte, un 75 % del total fueron contratos a jornada completa y casi el 25 % a tiempo parcial.
El final de agosto, como suele ser habitual, provocó un repunte del desempleo en la Ribera de casi el 3 %, superior al registrado en el conjunto de la Comunitat Valenciana, como ayer adelantó Levante-EMV. «Es cierto que agosto es un mes estacionalmente desfavorable en términos de empleo, puesto que hay muchas actividades que cierran en este período estival, sobre todo en la industria y la construcción -apostilla Roselló- y la reducción de empleo que conllevan no se ve compensada por el tirón de otros sectores, especialmente en el turismo y la hostelería». El secretario intercomarcal de UGT expresó su preocupación por unas cifras que, a su juicio, «dejan al descubierto las deficiencias estructurales de nuestro modelo productivo y la fragilidad del mercado laboral de nuestras comarcas».
Roselló indicó que estos datos ponen de relieve que el aumento del empleo y la reducción del paro deben seguir siendo las prioridades de la política económica, «porque es el mayor lastre que soporta nuestra economía», y que «tan importante como la cantidad de empleo es la calidad del mismo, y ésta ha venido empeorando desde el inicio de la pasada crisis y, en especial, desde la reforma laboral de 2012». «La precariedad se está generalizando, haciendo que los empleos sean más inestables, improductivos e inseguros que nunca», sentenció.
