Para celebrar la mayoría de edad, el espectáculo piromusical de Sueca volvió a ser un auténtico delirio para los asistentes, que llenaron una vez más el recinto, con más de once mil personas presentes (el aforo completo) en una exhibición del pirotecnico Ricardo Caballer, que sorprendió con un homenaje a la música tecno que se escuchaba en València en las décadas de los ochenta y noventa.

Las cifras para hacer realidad el espectáculo fueron de récord, con 1.300 kilos de pólvora, 12.500 órdenes de fuego, 15.600 unidades pirotécnicas y 600 módulos de disparo, además de la utilización de 21 ordenadores que convertían a Sueca en la capital europea de la pirotecnia «gracias al mayor piromusical disparado hasta la fecha en Europa», según palabras del propio Ricardo Caballer. En esta edición, y ante la expectación suscitada por esas cifras, se congregaron más de 11.500 personas para las que la organización preparó un dispositivo de seguridad con 120 personas. Al espectáculo llegaron visitantes prácticamente de todo el planeta, que acudieron a la llamada realizada por el popular pirotécnico, que anunció con anterioridad que iba a probar nuevos materiales. No defraudó. El piromusical, de unos treinta minutos de duración, se dividió en dos partes claramente diferenciadas. Una primera, de 21 minutos, que combinó músicas de baile, rock, bandas sonoras de películas y que terminó con un apoteósico final. Además, se hizo un homenaje a Avicii y a Robert Miles. Y una segunda parte, quizás la más esperada por muchos de los asistentes, de 9 minutos, dedicada a la música que hizo bailar a toda una generación en los años 90, un «Homenaje a La Ruta». Con la mejor música pinchada en las grandes discotecas de València en los años noventa, mezclada y producida por los mejores dj's expresamente para este piromusical. Todo ello coordinado por Víctor Pérez y con los efectos especiales y el láser show de la empresa valenciana VFV.