Aunque la frase suena a tópico y se ha repetido en gran cantidad de ocasiones, es cierta: El mosquito tigre ha venido para quedarse. Su presencia ya no sorprende a nadie. Lo que quizás sea más curioso y llamativo del asunto es su extraordinaria capacidad adaptativa. En origen, el insecto vivía en climas tropicales. Pero en la comarca ha encontrado un clima agradable al que podría acostumbrarse, quizás demasiado. Tanto es así que los expertos no descartan que su presencia pueda prolongarse todo el año debido a los efectos del cambio climático y el calentamiento global.

El insecto llegó a España hace unos 14 años. Aunque tiene su origen en el sureste asiático, el mosquito tigre se ha extendido por América, África y Europa. Pese a que su hábitat es claramente de clima tropical, ha demostrado con creces que es capaz de adaptarse. De hecho, su comportamiento es distinto en base a la región en la que se encuentre. Las monitorizaciones que se realizan tanto al inicio como al final del ciclo del mosquito ponen de manifiesto que su ventana de actividad aumenta paulatinamente. Por tanto, todo indica que su presencia va a incrementarse con el paso del tiempo.

Normalidad

Durante los últimos días ha saltado la alarma en más de un municipio ante un repunte de la actividad del mosquito tigre, lo que se ha traducido en un mayor número de picaduras. No obstante, este hecho se enmarca dentro de la normalidad de su proceso vital, según explicó ayer Rubén Bueno, el director de I+D+i de Lokímica (empresa que realiza los tratamientos para reducir la población del insecto en la Ribera): «Estos picos de actividad suelen ser habituales por estas fechas» ya que, al producirse las primeras lluvias, se provocan encharcamientos propicios para albergar larvas cuando las temperaturas todavía son cálidas. El experto añade: «Si tuviésemos temperaturas más bajas, estos picos no se producirían. Ha sido un año extraño, con poca actividad, pero el calor hace que el ciclo del mosquito se desarrolle mucho más rápido». Por eso se han reforzado los tratamientos.

Las lluvias de los pasados días se traducen en una gran cantidad de encharcamientos por toda la comarca, es decir, multitud de focos de larvas que fomentan la proliferación de la molesta plaga. «Esta circunstancia se produce, principalmente en las propiedades privadas, donde no podemos realizar los tratamientos preventivos», manifestó Bueno, quien lanzó un llamamiento ciudadano para que los vecinos no dejen de lado las labores de prevención: «Al ser más probable que aparezcan focos en zonas privadas, la gente tiene que comprender que aunque ahora empiece el otoño eso no implica que la actividad del mosquito tigre desaparezca».

Menos hembras a la vista

En parcelas de titularidad pública, la situación es menos preocupante ya que la empresa y los ayuntamientos de la comarca están siempre en contacto, por lo que, ante el menor indicio de nuevos focos, se actúa con rapidez. No obstante, no todo es tan sencillo como parece: «Los lugares ideales para la proliferación del mosquito tigre son los imbornales y los desagües. Algunos necesitan agua de manera estructural, así que en verano tienen y con estas lluvias todavía les es más fácil encontrarla. Las precipitaciones de septiembre son siempre problemáticas, pero está todo controlado. Los tratamientos preventivos dan sus frutos, se ven menos hembras», afirma Bueno.