Más de un centenar de representantes de asociaciones locales, hosteleros y comerciantes de El Perelló atendieron el martes la llamada de la corporación municipal para coordinar acciones contra las medidas de «paci?cación del tráfico» proyectadas en la carretera CV-500 por la dirección general de Obras Públicas de la Generalitat y el Ayuntamiento de València. El Perelló teme quedar todavía más aislado al convertirse el único acceso al municipio «en una tortura para los conductores». La recogida de firmas de protesta y la presentación de recursos para paralizar la nueva reforma del vial son las primeras medidas de movilización propuestas.

La reunión, convocada por el Ayuntamiento de El Perelló tras anunciarse la nueva reforma de la CV-500, comenzó con un breve resumen de las decenas de reuniones mantenidas con las diversas autoridades valencianas y de la Generalitat por parte del alcalde de El Perelló, Andrés Fernández. Pero de nada han servido las conversaciones institucionales ni las movilizaciones vecinales. Lejos de corregir los perjuicios provocados por la primera reforma, Consell y , los comerciantes y hosteleros se muestran altamente preocupados por el impacto negativo que sufren sus negocios ante la menor a?uencia de turistas que visitan población.

La di?cultad de acceso y las retenciones que se producen en la CV-500 durante la temporada estival ya han tenido graves consecuencias en El Perelló, que ve con pesadumbre cómo muchos de sus visitantes habituales prefieren acudir a otros destinos de más fácil acceso, como Cullera o El Saler. «Conozco a muchas personas que venían de València a pasar el día a El Perelló, pero ahora me dicen siempre que ahora ya no porque por esa carretera no pasan», comentó un vecino durante la asamblea. «No sólo se ha incrementado signi?cativamente el tiempo para llegar a El Perelló, es que las colas que se producen, la baja velocidad impuesta, el radar de tramo y el anuncio de más rotondas junto a la necesidad de parar en El Palmar hacen que transitar por esta carretera sea una verdadera tortura», lamentaron algunos de los presentes.

Iniciativas como una recogida masiva de ?rmas, demandas civiles contra los promotores de las reformas, movilizaciones y medidas de presión fueron algunas de las soluciones propuestas tanto por vecinos y residentes veraniegos como por representantes de colectivos locales. El Ayuntamiento de El Perelló mostró durante la reunión su total apoyo a los vecinos y colectivos en la lucha conjunta por revertir las reformas que ya están estrangulando a la población costera.

La denominada carretera del Saler atraviesa el espacio protegido del Parque Natural de l´Albufera. Ese condicionante, que también impone estrictas restricciones urbanísticas a los municipios incluidos en ese espacio protegido, ha llevado a los actuales gestores del Consell y del Ayuntamiento de València a dificultar el paso de vehículos en un tramo históricamente congestionado. La reforma proyectada ahora contempla instalar un paso de peatones regulado por un semáforo donde ya existe una pasarela de paso a la altura del Port del Saler, una nueva rotonda a su paso por El Palmar que suprimirá la prioridad de los que circulan por la CV-500, la creación de una isleta en medio de la calzada en el mirador del Pujol, la construcción de otra rotonda en la Gola Blanca del Perellonet así como una serie de microrrotondas en los accesos a las urbanizaciones a lo largo de la carretera.

Estos planes se han dispuesto sin consensuar con las poblaciones afectadas y se suman a otras ya vigentes: la reducción de velocidad a 60 km/h, el estrechamiento de la calzada, la línea continua durante 13 km y el radar de tramo entre El Saler y El Perellonet.