La Conselleria de Obras Públicas ha rechazado la propuesta del Ayuntamiento de Alzira de instalar pasarelas sobre la CV-50 para conectar el núcleo urbano con el Anell Verd, una ronda perimetral para peatones y ciclistas que promueve el gobierno municipal para conectar el Xúquer con la Muntanyeta. El alcalde de Alzira, Diego Gómez, confirmó ayer que el área de Carreteras no acepta la instalación de estos pasos elevados y plantea como alternativa pasos subterráneos, una opción que el consistorio considera inviable dada la proximidad del río y los problemas de inundabilidad que conllevarían. Gómez planteó como posible solución un paso regulado por semáforos para cruzar la variante a la altura del parque infantil de l'Alborxí, mientras que en la orilla del malecón se habilitaría una rampa para que los peatones puedan acceder al Anell Verd y, en particular, a los nuevos miradores al Xúquer.
El alcalde realizó estas declaraciones durante la presentación del proyecto de los dos miradores que, si no surgen inconvenientes, abrirán nuevas ventanas al río antes de acabar el año. Se trata de dos miradores «aéreos», en palabras de Gómez, ya que sobresalen sobre el dique para que las personas puedan asomarse. Como ya adelantó Levante-EMV, el mirador más grande se abrirá al meandro que forma el río a la altura de l'Hort de Redal mientras que se contempla uno más pequeño en la confluencia de los barrancos de la Casella y Barxeta, también en la zona del malecón.
El Ayuntamiento de Alzira había planteado la construcción de una pasarela sobre la CV-50 para facilitar el acceso de forma segura de los peatones a esta nueva zona de esparcimiento, si bien, según anunció en su día el propio alcalde, también se contemplaba una segunda pasarela a la altura de la avenida de la Ribera, una zona muy transitada por la presencia de un carril-bici que conecta con Carcaixent, conocido popularmente como «la ruta del colesterol».
Diego Gómez presentó ayer «in situ» junto a la vicepresidenta de la Diputación de València, Maria Josep Amigó; el diputado de Medio Ambiente, Josep Bort, y el edil alcireño Pep Carreres el proyecto de los miradores, que se concibe como un complemento de una infraestructura más amplia como es el Anell Verd. El alcalde comentó que éste se va construyendo «poco a poco» y que en los próximos meses se podrá «visualizar» casi un 50 % de este pasillo verde. Esta primera semicircunferencia en torno al casco urbano de Alzira permitirá enlazar el paseo fluvial y el puerto para piraguas con el malecón, donde se empezará actuar la próxima semana en la transformación de una antigua escombrera en una zona de ocio junto a los miradores, y tendrá continuidad por el canal de Les Basses, actualmente en construcción.
Gómez destacó que el proyecto se basa en tres conceptos básicos: la necesidad de que Alzira cuente con más árboles y, por tanto, más sombra; se trata de una iniciativa de movilidad sostenible y cuenta además con una vertiente de recuperación del paisaje.
Conexiones con otros pueblos
El concejal de Medio Ambiente, Pep Carreres, destacó que el Anell Verd forma parte de un engranaje más amplio para unir a través de rutas peatonales Alzira con los pueblos del entorno, de forma que «se conecte todo con todo, superando una visión clásica del urbanismo». «El urbanismo siempre ha trabajado en favorecer la movilidad del coche, pero el espacio físico es reducido. En los años cincuenta había en Alzira 208 vehículos pero ahora hay 30.832, las políticas no pueden ser las mismas», incidió el edil, mientras anunciaba que se va a reivindicar un carril-bici que conecte Alzira y Algemesí.
Tanto Amigó como Bort aplaudieron el proyecto de Anell Verd que impulsa el ayuntamiento -gran parte de los 181.000 euros que se invertirán en los miradores proceden de planes de la diputación- y la apuesta «valiente» por este tipo de infraestructuras no motorizadas, subrayó la vicepresidenta, mientras señalaba que con este proyecto Alzira se convierte en un referente de movilidad sostenible.
