Los agricultores de Alberic ya podrán pesar en la nueva campaña la fruta recolectada en sus campos para evitar que los cálculos a ojo o las estimaciones en base al peso de un cajón deriven en una merma en las liquidaciones que perciben.

El ayuntamiento ultima la instalación de la primera báscula pública de la comarca, que estará operativa en los próximos días. La báscula está ya montada y sólo falta habilitar las rampas de acceso e instalar el sistema de pago con monedas para poder utilizarla, según explicó ayer el alcalde de Alberic, Toño Carratalá, mientras señalaba que se establecerá un precio «simbólico» para garantizar un control de uso. A falta de aprobar la ordenanza que regule el precio del servicio, Carratalá indicó que la tasa por utilizar la báscula será de dos euros y podrá ser aprovechada tanto por agricultores de la localidad como de otros municipios.

La inversión realizada por el ayuntamiento supera ligeramente los 35.000 euros, de los que 20.000 corresponden estrictamente a la báscula y el resto a la obra civil que se precisa ejecutar para su instalación. Este sistema de pesaje de camiones ha quedado emplazado en el polígono industrial de Sepes, junto a la carretera de Tous, al considerar que este emplazamiento facilita el acceso desde buena parte del término municipal.

Carratalá recordó que la instalación de una báscula es una demanda histórica de los agricultores para cobrar toda la fruta que se recolecte en sus parcelas -el camión se pesa antes y después de cargar la cosecha- y, por otro lado, incidió en que se trata de la primera báscula pública que se monta en la comarca. Cabe recordar que el Ayuntamiento de Tous también anunció meses atrás la instalación de un dispositivo similar recogiendo una preocupación bastante generalizada entre los productores de caqui y naranjas.

El alcalde de Alberic recordó que es habitual por parte de algunos comercios que compran caquis fijar un peso medio por cajón que oscila entre 18 y 19 kilos cuando, un pesaje individualizado ha permitido detectar cajones con 23 y hasta 24 kilos de fruta. Esta práctica basada en una estimación deriva en una merma de los kilos recolectados y, en consecuencia, de la liquidación que percibirá el productor por la fruta. Carratalá garantizó que la báscula estará a punto cuando empiece la campaña de recolección de caquis, cuyo inicio es ya inminente.