El Partido Popular de Alzira se ha erigido en los últimos meses como uno de los máximos defensores del modelo público-privado que durante años se ha utilizado en la sanidad de la comarca. En su último intento por desprestigiar a la famosa «reversión» ha denunciado la pérdida de calidad asistencial que se sufre en La Barraca de Aguas Vivas debido al cambio de titularidad en la gestión del hospital y los centros de salud. No obstante, la alcaldesa de la pequeña localidad, Verónica Almunia, señaló que sufren recortes en sanidad «desde hace años» y que, lejos de empeorar, su situación ha mejorado, especialmente en verano.

Los populares aseguraron que los vecinos de La Barraca «sufren los efectos de la reversión» ya que se había reducido el horario de servicio «hasta el punto de pasar de contar con un profesional médico y enfermero de lunes a viernes de 8 a 14 horas, a contar en la actualidad con dicho servicio de 9 a 11 y de 11 a 14 horas en función del día de la semana». Asimismo, manifestó que tras la reversión «dicho centro de salud dejó de atender a todos los pacientes que no tuvieran designado a su médico de cabecera al titular de la Barraca».

Almunia contradijo a los populares: «Hemos ido a peor, sí, pero desde tres o cuatro años antes de que se produjera la reversión. Aunque sí hemos mejorado en verano, cuando tenemos más atención. Nos gustaría tener un médico toda la mañana, evidentemente, pero no tenemos SIP suficientes, por eso estamos haciendo una campaña para que la gente se quede aquí y no vaya a Alzira».