La empresa acreedora inicial es una conocida firma de supermercados que entre sus actividades económicas también trabaja con la concesión de tarjetas de crédito a modo de préstamos personales al consumo. Llegado el momento del impago, la acreedora inicial vendió el crédito a una empresa con sede en Malta que opera en España comprando créditos de dudoso cobro a entidades de crédito, entre ellas la inicial acreedora.