Se desconoce prácticamente todo pero se sabe con certeza que existió. El Ayuntamiento de Alberic ha decidido (gracias a la unanimidad de todos los partidos, incluso del PP) abrir una investigación para conocer qué sucedió allá por el 21 de junio de 1939, cuando los defensores de la dictadura decidieron fusilar a siete vecinos de la localidad y, según exponen varias fuentes orales, los pasearon después por las calles para enterrarlos en una fosa común, sin reconocimiento alguno. Así lo explican familiares de los asesinados, que además añaden que las mujeres de aquellos hombres, tras ser rapadas, fueron obligadas a limpiar la sangre que se había esparcido por las calles. Eran los métodos de unos afines al franquismo que prolongaron la guerra contra sus enemigos durante décadas. A partir de 1939, con todo a su favor para ser generoso (ya que la rendición de la democracia republicana había dejado sin defensa a media España), el régimen de Franco encarceló a 270.000 personas y fusiló a 50.000. Al menos 4.000 murieron de hambre y frío en las prisiones. Los datos (cimentados en exhaustivas investigaciones científicas) no dejan de crecer, con el caso más paradigmático en la cercana Paterna, donde yacen más de 2.200 fusilados. La formación Compromís presentó una moción en el pleno del jueves para que se investigase oficialmente lo sucedido. Contó con la aprobación del equipo de gobierno (compuesto por Ciutadans per Alberic y PSOE-PSPV) y el resto de formaciones (IXA-Som Alberic, Compromís, PP y Alberic pel Canvi). La moción se apoya en la reciente Ley 14/2017 de 10 de noviembre de la Generalitat sobre la Memòria Democràtica y Convivencia de la Comunitat Valenciana, aprobada por las Corts, que prevé que las entidades locales impulsen junto a la conselleria la dignificación de estas fosas.

Posible comisión de investigación

Algunas familias de los fusilados recibieron aproximadamente un año después una caja (similar a la de los zapatos) con supuestos restos humanos que teóricamente habían sido exhumados. Algunas de esas familias procedieron (sin creer que ahí estaban sus familiares) a enterrarlos en nichos. El hecho es que hoy constan datos del registro que sí dan por enterrados «dignamente» a aquellas personas pero las familias continúan teniendo cautelas y quieren una respuesta. Los asesinados hoy desaparecidos eran Francisco Caballero Ferré (29 años, industrial), Ramón Miravalls Soler (36 años, jornalero), Vicente Moratal Benavent (28 años, labrador), Ramón Giménez Ruíz (54 años, carpintero), José Roig Sanz (43 años, hornero), Jaime Company Vanaclocha (33 años, jornaler0) y Vicente Vixquert Salvador (26 añ0s, jornalero). No se descarta la creación de una comisión de investigación con expertos para estudiar el caso y llegar a la exhumación si así se atestigua.