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El 70 % de los colegios de Alzira soporta niveles de ruido excesivos

Un estudio revela que el 66 % de la superficie educativa incumple durante el día los objetivos de calidad acústica - Por la noche es incluso peor

La gran mayoría de colegios e institutos de Alzira soportan un exceso de ruido. Un 66 % de la superficie ocupada por centros docentes incumple durante el día los objetivos de calidad acústica que estipula la normativa autonómica mientras que este porcentaje se eleva al 73 % por la noches, una franja horaria en la que se reduce el nivel de emisiones sonoras recomendado. Cierto es que, en este caso, ya no hay alumnos en las aulas, aunque el dato da cuenta de la dimensión de un problema que tiene en el tráfico rodado su principal origen.

El colectivo La Ribera en Bici-Ecologistes en Acció echó ayer mano del estudio encargado por el propio ayuntamiento durante la elaboración del Plan Acústico Municipal para alertar del exceso de ruido que soportan las ciudades al considerar que las cifras que este trabajo revela son «realmente escandalosas». Como ya informó Levante-EMV, un 40 % del suelo residencial de Alzira supera durante el día los niveles de calidad acústica, mientras que por la noche es el 50 % de la superficie habitada la que soporta un exceso de ruido. Los niveles de contaminación acústica son incluso superiores en los denominados centros de alta sensibilidad como las instalaciones sanitarias, residencias de personas mayores y los centros educativos.

Cabe recordar que el alcalde de Alzira comentó en una asamblea ciudadana celebrada hace ya más de un año que la Conselleria de Obras Públicas había previsto la instalación de barreras de protección acústica junto al colegio de l’Alborgí y el asilo Teresa Jornet, por un lado, y junto al centro de salud de la calle la Pau, centros que lindan con la CV-50.

«Otros países no lo consentirían»

La normativa vigente sitúa los niveles de calidad acústica en zonas residenciales en un máximo de 55 decibelios durante el día y 45 en horario nocturno, es decir, entre las 22 horas y las 8 de la mañana. El colectivo ecologista subraya que en otros países europeos no se consentirían estos niveles de ruido mientras que aquí tanto las administraciones como los propios ciudadanos afectados «lo ignoran u olvidan» a pesar de que, subraya, «el ruido está directamente relacionado con numerosas enfermedades: estrés, insomnio, nerviosismo, problemas digestivos, circulatorios, inmunológicos...».

El mapa acústico también reveló que un 98 % de la superficie ocupada por equipamientos culturales supera durante el día los límites de ruido y un 96 % en el caso de instalaciones sanitarias, porcentajes que alcanzan el 100 % por las noches en ambos casos, como informó este periódico.

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