El gobierno alcireño se ha marcado como objetivo una nueva reducción de la contribución. Así lo anunció ayer el concejal de Hacienda, Albert Furió, quien manifestó la intención del tripartito de rebajar un 2 % el IBI de cara a 2019.

Furió recordó que desde 2016 se ha llevado a cabo una política de rebaja en el importe del recibo de manera continuada. El gobierno municipal ya realizó una bajada de dos puntos porcentuales para el ejercicio 2017 e hizo exactamente lo mismo de cara al presente curso.

El edil también hizo hincapié en que «las anteriores rebajas de la deuda tributaria han venido también acompañadas por una disminución del 12 % de los valores catastrales». Además destacó que «esta minoración se debe de a las gestiones realizadas desde la concejalía ante el Ministerio de Hacienda, en las cuales se ha conseguido un descenso del 8 % en 2017 y del 4 % en 2018».

Todo ello, según destacó Furió, sin que afectara al objetivo de reducir la deuda del ayuntamiento con los bancos: «En el año 2015, el ayuntamiento tenía una deuda de más de dieciséis millones de euros y, tras las medidas aplicadas desde el principio de la legislatura, este año la cantidad se situará en los 7.350.344,77 euros». El edil subrayó que el consistorio tenía a principio de legislatura trece operaciones de crédito y que espera cerrar el año solo con cuatro.