Muchos vecinos de Gavarda tienen grabadas en la retina las imágenes de la rotura de la presa de Tous y la riada, hechos que ocurrieron hace más de treinta años. Debido a estos trasladaron su ubicación. Ahora un nuevo suceso permanecerá en su recuerdo para siempre, ya que le explosión de un banco junto al ayuntamiento es un hecho de los que deja huella.

Así definió lo ocurrido Vicent: «La explosión fue muy fuerte, algo exagerado. Yo hace muchos años estuve en una cantera y me recordó mucho a las voladuras que se hacen en las montañas».

A lo largo de la mañana, los alrededores de la oficina destrozada congregaron a numerosos vecinos ávidos de curiosidad. Algunos de ellos especulaban sobre la escapada de los autores («seguro que tenían a alguien más en un coche esperándoles»); otros, sobre la cantidad robada y que el banco no ha hecho oficial («se llevarían muy poco, un domingo después de una boda no quedaría nada...); mientras que otros preferían bromear («seguro que se le quedó atascada la tarjeta y no podía sacarla»).

Con todo, cualquier que pasara por allí se quedaba mirando, con perplejidad, la dantesca estampa que conformaban la oficina medio derruida y todo el material a su alrededor. «Esta imagen es muy violenta, da la sensación de que puede pasar cualquier cosa. Uno se pregunta si para llevarse un cajero hacía falta todo esto. Se han pasado tres pueblos», reconoció el alcalde.