Beber agua de los pozos de Favara, íntegra o parcialmente, era hasta hace nada totalmente impensable. La concentración de nitratos y plaguicidas descartaba el denominado pozo «Casterà 2», ubicado junto en el polideportivo, para el suministro destinado a consumo humano.
La construcción de una Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) en el término municipal de Alzira hace poco más de cuatro años, dentro del plan de abastecimiento diseñado por la Generalitat para corregir la contaminación del agua por nitratos, ofreció a Favara un suministro alternativo. Pero este hecho provocó, de forma paralela, un importante aumento en el recibo del agua a partir de 2015, dado que se tenía que pagar, además del caudal consumido, el coste del tratamiento de potabilización, la amortización de las obras de construcción de la ETAP y el mantenimiento de todo el sistema de distribución del agua desde la potabilizadora a los 13 pueblos que se suministran de ella.
La concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Favara inició los estudios y trabajos pertinentes para poner en marcha un sistema de dilución de nitratos que permitiese mezclar el agua de pozo municipal con la de la potabilizadora comarcal. Para poder conseguirlo se realizó un sistema de medición con sonda de nitratos y medida de cloro libre, con comunicación en 3G entre emisor y receptor mediante servicio de telefonía que, según la concentración de nitratos del pozo, regula una mayor o menor entrada en los depósitos de agua procedente del abastecimiento del la ETAP.
Se trata de un sistema destinado a reducir la compra de agua en un 70%, con lo cual se conseguirá rebajar de forma notable el importe de los recibos del vecindario a partir de febrero de 2019, después del periodo de pruebas en el que se encuentra actualmente este proyecto.
Ésta es una de las más costosas y modernas actuaciones que se ha llevado a cabo por la concejal de Medio Ambiente de Favara, Isabel Borrás, para rebajar el recibo de agua de los vecinos, pero no la única. Destaca asimismo la renovación de la red más vieja del pueblo, que iba desde la plaza de la Veracreu, así como la colocación de medidas de detección de fugas de agua, con las cuales se ha rebajado un gran porcentaje de agua que se perdía pero había que pagar.
Por otra parte, una de las primeras actuaciones que hizo el equipo de gobierno al entrar a gobernar en 2015 fue obligar la empresa Acciona a pagar todas los costas derivadas de la potabilizadora. Su negativa a hacerlo provocó, a la espera de la resolución judicial, el depósito por parte de la empresa de 250.000 euros y que el ayuntamiento realice un control exhaustivo de todas las actuaciones reflejadas en el convenio y que hasta 2015 nunca se habían supervisados, según indicaron fuentes municipales.
