El Govern del Botànic tiene muy presente a la comarca en todas sus gestiones y decisiones. Al menos eso es lo que se desprende de los presupuestos planteados por el Consell para el ejercicio 2019. Por tercer año consecutivo, las inversiones en la Ribera crecerán; y lo harán hasta alcanzar los 61 millones de euros, lo que supone un incremento del 26,2 % con respecto a los de 2018. La factoría Ford de Almussafes, las partidas sociales y la reforma del hospital de Alzira representan algunas de las principales líneas de actuación del gobierno autonómico.
Aunque Ford amenazó recientemente con recortes de plantilla y posibles cierres de plantas en Europa, el Consell blindará el próximo año a la factoría de Almussafes con una nueva línea de ayudas a la empresa norteamericana en una muestra de confianza que supera las inversiones del presente 2018. El Botànic le concederá ayudas por valor de cinco millones para que realice inversiones en infraestructuras locales y en la mejora de la terminal logística para su conexión con el Corredor Mediterráneo. A esta cifra se sumarán los nueve millones del convenio anual con la firma del óvalo (destinados a proyectos de desarrollo experimental e innovación) y otros nueve millones para la modernización de la estructura productiva y la nueva línea de producción e infraestructuras para vehículos eléctricos. El total, 23,3 millones, supone el 37 % de la inversión del Consell en la Ribera.
Mónica Oltra, o más bien su conselleria (Igualdad y Políticas Inclusivas), vuelve a acaparar buena parte de las partidas destinadas a la Ribera. En 2018 la inversión en materia de Servicios Sociales crecía hasta los 14,3 millones, una cifra que vuelve a aumentar hasta alcanzar los 17,5. En dicho apartado se engloban las residencias de mayores así como la atención a la diversidad funcional, a las personas migrantes o a las familias.
Uno de los proyectos estrella del Consell de la presente legislatura fue la recuperación de la gestión directa del Departamento de Salud de la Ribera. La Conselleria de Sanidad ya contemplaba inversiones de cierta relevancia en las cuentas de 2018 y vuelve a hacerlo en las del próximo ejercicio. En esta ocasión se ha reservado una partida de 5,4 millones con la que se reformará el hospital de Alzira, que se ha quedado pequeño tras veinte años en funcionamiento en los que no se ha realizado ampliación alguna. También se prevén algunas inversiones menores en centros de salud como el de Alberic o el de Alcàntera, entre otros.
Alzira verá cómo se cumplen algunas de sus reivindicaciones con la instalación de una pantalla acústica en la CV-50, lo que permitirá reducir el impacto sonoro de los más de 23.000 vehículos diarios que transitan por una de las carreteras más importantes de la comarca. Además, la capital de la Ribera Alta está más cerca de que se lleve a cabo el ansiado Palau de la Justícia. El inmueble que acabará con la dispersión de los juzgados alcireños figura en los presupuestos con una dotación total de más de 14 millones de euros en tres años, aunque en 2019 únicamente se redactará el proyecto, valorado en 400.000 euros.
También figura en las cuentas autonómicas la modernización del regadío en la comarca, proyecto que todavía cuenta con un número considerable de obras pendientes. En 2019 se realizarán actuaciones en Alberic, Antella y Carlet, con una inversión conjunta que superará los 4 millones de euros. Asimismo, se contemplan 1,2 millones para reparar y reforzar el dique norte del puerto de Cullera.
