Los bomberos tuvieron que sanear ayer la fachada de los juzgados de Alzira ubicados en la calle Ronda de Algemesí tras producirse unos desprendimientos justo a la altura de la puerta principal. Las fuerzas de seguridad acordonaron la zona para evitar riesgos, ya que se trata de unas dependencias muy concurridas. El edificio acoge tres juzgados de instrucción y el Registro Civil. Fuentes consultadas indicaron que el día anterior unos operarios habían estado trabajando justo en esa zona para instalar cámaras de vigilancia exteriores. El desprendimiento de cascotes se produjo en el friso que, justo por debajo y a la altura del acceso al edificio, enmarca esta parte de la fachada de ladrillo caravista. Los bomberos utilizaron una pértiga para provocar la caída de un tramo más amplio del friso que se encontraba prácticamente suelto con el objetivo de evitar nuevos desprendimientos. Justo por encima se aprecian los cables que se han pasado al exterior para conectar las cámaras, si bien no ha trascendido si los agujeros realizados con este fin pueden estar relacionados con los desprendimientos detectados a primera hora de la mañana de ayer.

Fuentes del CSI·F, no obstante, enmarcaron ayer esta caída de cascotes sobre la vía pública en el mal estado de «todas» las sedes judiciales de Alzira y en una falta generalizada de mantenimiento, por lo que reivindicaron la pronta construcción del anhelado Palacio de Justicia, una aspiración para agrupar todos los juzgados en un único edificio que se arrastra desde hace más de veinte años. Cabe señalar que la conselleria contrató el pasado agosto la redacción del proyecto.

«Las sedes de Alzira están, por regla general, bastante deterioradas y son edificios muy viejos», incidieron las mismas fuentes, mientras recordaban que, en el caso del edificio de la calle Ronda de Algemesí, el más antiguo de todos, las quejas se han sucedido en los últimos años. «A raíz de las denuncias del CSI·F hemos conseguido que pongan un ascensor, arcos de seguridad para las personas que no forman parte de la Administración de Justicia y una mampara en el Registro Civil, eran reivindicaciones históricas, pero se trata de una sede muy deficitaria que presenta problemas de espacio y de falta de mantenimiento. Aunque pusieron un ascensor nuevo -antes carecía de elevador-, funciona un día sí y cuatro no», denunciaron desde el sindicato.

Estas fuentes señalaron que incluso la sede que ocupa el destacamento de fiscales, un bajo en la Plaça de la Sang relativamente nuevo -se trata de las últimas dependencias habilitadas y, por tanto, las más modernas-, no reúne unas condiciones de seguridad básicas. El CSI·F, recogiendo una queja de la propia Fiscal Jefe del área, remitió hace escasamente un mes una misiva a la dirección general de Justicia en la que advierte de que estas dependencias carecen de salida de emergencias «con el peligro que esto entraña para los más de 20 funcionarios que allí trabajan a diario, más la gente que habitualmente visita las instalaciones». El CSI·F plantea la apertura de una segunda puerta aprovechando un ventanal que hay en el extremo opuesto a la entrada actual y anuncia que recurrirá a la Inspección de Trabajo si no recibe una respuesta.